1. Castidad


    Fecha: 01/03/2021, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... tragues aun - Mario sacó su celular y abrió la cámara-. Sonríe, lindo, para mí, por favor. Sky dudó un segundo, pero no quería decepcionar a Mario. Sonrió de una manera dulce. -Muéstrame tu lengua, Sky, por favor. Sky lo hizo y un hilo de semen se estiró hasta llegarle al chaleco escolar. -Ahora trágatelo. Sky obedeció. Mario pasó su lengua por el semen esparcido por la cara de Sky y se lo dio en la boca. Él lo aceptó y se lo tragó. Sky recordaba a la perfección el sabor, sin embargo, al despertar de aquel sueño cuatro horas después, sintió una pesadez terrible, pues algo le impedía saborear al cien por ciento aquel recuerdo. Se llevó la mano al pantalón de la pijama y recordó el porqué. El CB no dejaba ni siquiera que pudiera disfrutar del roce de la tela con su pene. Desesperado por sentir algo más que frustración, Sky se levantó y caminó de puntitas hasta su librero. Hizo a un lado el manga de Host Club y encontró una caja de madera. La llevó a su cama y la abrió. Tomó lo primero que vio: un dildo de unos doce centímetros. Dejó la caja en su lugar y llevó el dildo a la cama, se ocultó bajo las sábanas y comenzó a lamerlo para lubricarlo. Iba a conseguir el orgasmo anal del cual hablaba Bruno de una manera u otra. Cuando su saliva lo lubricó, utilizó su presemen -el cual era abundante y del cual siempre se burlaba Bruno diciéndole que se mojaba como un chica- y lo untó entre sus nalgas. El dildo se abrió paso poco a poco. Sky sintió como la cabeza entraba lentamente. ...
    ... Dolía, pero no mucho. Era la parte más difícil, una vez que la cabeza entró, el cuerpo se deslizó sin problema, haciéndole soltar un gemido muy fuerte a Sky quien se cubrió la boca con ambas manos. Una vez estuvo seguro de no escuchar nada fuera de su habitación, continuó cogiéndose con el juguete. Pensó que al lubricarse con su propio presemen, era como si se cogiera a si mismo. Eso lo hizo reír, pero lo prendió. Comenzó a sentir algo, algo que crecía en su interior y que contrastaba con la privación de su erección. Sentía placer, pero no en su pene, sino en un punto que el dildo no alcanzaba a rozar realmente. Se imaginó que era Mario el que lo cogía -cosa que ansiaba con todas su fuerzas pero que aun no sucedía-, se dijo cosas que le prendían imaginando que era Mario quien se las decía. Gimió en voz baja, pero no consiguió aumentar el placer. Se introducía el dildo hasta la base y lo sacaba por completo, metiéndolo y sacándolo. Pronto, su entrada quedo abierta, del tamaño de una moneda. Pero no consiguió nada. Tres horas estuvo jugando, intentado conseguir un orgasmo que no evolucionaba. Cuando escuchó a sus padres bajar a preparar el desayuno aquel sábado por la mañana, se dio por vencido. Dudó en dejarse el dildo puesto, como sugirió Bruno. Pero desechó la idea. Si sus padres se enteraban… Sintió escalofríos. Limpio el dildo con una toallita y con gel desinfectante. Luego lo lavaría con agua y jabón. Lo guardó en su caja y, resignado a que no se vendría aquella mañana, bajó a ...
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