Naturaleza helada
Fecha: 09/03/2021,
Categorías:
Infidelidad
Autor: CaballeroGris, Fuente: CuentoRelatos
... atrapados por un sujetador del mismo color que el camisón; el cual podía verse perfectamente. Se había pintado un poco los ojos y apenas se había maquillado levemente; dando como resultado un realce significativo en su belleza natural y madura. El pelo rubio lo llevaba muy suelto; dando un contraste brutal con el negro absoluto de la elegantemente erótica vestimenta de dormir.
La imaginó en una película pornográfica en blanco y negro, con el único color de su melena rubia, muy rubia, demasiado rubia. Su pelo era como los relámpagos en mitad de la noche del fin del mundo. Dando color al barroco de la catedral, con la oportunidad de ver sonreír maléficamente al diablo escondido en cada esquina de la deprimida ciudad. Rubio sobre negro, lluvia sobre el cielo, luz azul sobre su jardín, sobre la ciudad, sobre la tumba de su padre, sobre todos los humanos, sobre Laura, sobre el infinito.
Notó que su pene volvía a despertar. Notó a la gárgola moverse fugazmente en el jardín, alimentando sus pesadillas más placenteras.
Bebieron y hablaron. Su madre permaneció próxima durante el transcurso de las copas. La atmósfera era extraña. La luz de las velas engañaba cada muestra psicológica de ser en aquel amplio y confortable salón de un hombre de negocios muerto. Ahora la mujer de aquel hombre de negocios se quería follar al hijo que habían tenido juntos. El hijo que habían tenido juntos llevaba toda la vida queriendo fornicar con su madre, pero siempre lo había percibido como una ...
... fantasía inconfesable, un juego. Por ello, aunque se encontraba cada vez más excitado, no percibía la situación como real; si acaso aquello le daría para un puñado de pajas.
La botella de whisky estaba por la mitad. Ambos estaban visiblemente muy bebidos. Las conversaciones se interrumpían solo cuando uno de los dos iba al baño a vaciar la vejiga. Rómulo no recordaba haber intimado y charlado nunca tanto con ella. Se sentía a gusto y cómodo, sin duda esto les venía bien a los dos. Ambos necesitaban desinhibirse bebiendo y hablando de trivialidades.
La botella se estaba acabando, Rómulo acababa su enésima copa mientras su madre orinaba. Eva se sentía muy bebida. Estaba sentada en el wc con el tanga negro caído por los tobillos. Pensó en la polla de su hijo. Hacía tiempo que no la veía; la recordaba más grande de lo normal cuando tenía diez años y se circuncidó. La imaginaba grande y deliciosa. Sintió un deseo irrefrenable de comerla y ser follada por ella. Se levantó y se colocó bien el tanga, dejando caer el camisón hasta la mitad de sus muslos. Antes de irse se quedó mirándose en el espejo fijamente; veía su imagen borrosa por el alcohol.
-¡Puta!
Se dijo. Y volvió al salón con la copa entre las manos.
Acabando la botella, con ambos en un nada envidiable estado de embriaguez, Eva sacó el tema de conversación que menos quería abordar su hijo.
Laura.
La noche no mejoraba. Era ya de madrugada, los ruidos de sirenas eran cada vez más continuos. Habría árboles ...