1. La vez que salí del Coset


    Fecha: 09/03/2021, Categorías: Transexuales Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... tendría 18 cm de largo y un grosor de 5 cm. Lo masturbaba mientras él me agarraba la cabeza, con la intención de que me la metiera en la boca, y así lo hice, poco a poco me la metí y comencé a disfrutar cada cm de esa pija, la chupaba toda, desde la cabeza, el tronco y sus huevos, al fin estaba dando una mamada, y me gustaba. Carlos solo disfrutaba y daba pequeños gemidos de placer. Luego, la lamia como a una paleta, que rica estaba esa pija, aumente el ritmo entra sacarla y meterla de la boca que Carlos demoró mucho en venirse, me llenó la boca de semen. Que sin querer trague algunos. Nos miramos y nos reímos cómplices. Tomamos otras cervezas y Carlos me dijo, ahora viene lo mejor, me levanto el vestido, me puso boca abajo y colocó una almohada en mi vientre, me corrió la tanga y me acariciaba la cola. Comenzó a besarme y a pasarme la lengua junto a mi ano. La sensación de placer es indescriptible, me sentía en las nubes. Tomó un poco de lubricante y me introdujo un dedo, no pude contenerme y largue un gemido, luego dos y después tres. Lo hacía lentamente, me dolía un poco, pero el placer se hacía más fuerte. Entonces, me colocó la punta de la verga en mi ano, yo estaba tirada boca abajo, con el vestido levantado, con mi culo a su merced. Empujó hasta que entró la cabeza, me dolió, intente alejarlo con mi manos sobre sus piernas, pero fue en vano, el me tenía agarrado de las caderas, y me decía aguanta, ya pasa. Luego la sacó, la volvió a lubricar y la metió otra vez, esta ...
    ... vez hasta el fondo. Solté un pequeño grito, me la dejó así por unos segundos, luego fui yo quien empezó a moverse. Haciendo que entrara y saliera, ya el dolor se había ido, mi cola estaba dilatada. El comenzó a bombear, me daba palmaditas mientras me decía, que putita resultaste ser Andrea, te gusta que te coja? Yo le respondía que si. Sentía todo su miembro dentro mío. Me hacía sentir una mujer, así vestida, con un pedazo de carne en el orto, y un macho bombeándome. El placer era, enorme, quería que el tiempo se detenga, y sigamos así, en ese cuarto de hotel, Ensartada. El me hizo suya, sacó de mis adentros lo que ni yo conocía. Cambiamos de posiciones, el boca arriba y yo me senté sobre él, y comencé a cabalgarlo, cielos, no pensé que se pudiera sentir tan bien. El tiempo no importaba, estábamos los dos y el resto del mundo no existía en ese momento. Me sentí su hembra, su puta. El mi macho, mi hombre, podía notar en su cara el placer y eso me calentaba mucho, me sentía deseada. Estábamos muy excitados, después de darme durante un tiempo no aguanto más y acabó, yo seguí cabalgando hasta su último gemido, luego caí rendido sobre su pecho. Estábamos exhaustos. Nos quedamos así un tiempo. Luego nos levantamos, nos dimos una ducha, me puse ropa de hombre y nos despedimos. Llegue a casa y me masturbe, pensando en mi macho. Nos encontramos un par de veces más. Luego sentí que tenía que dejarlo. No volví a estar con un hombre, ni a vestirme de mujer. Sigo mi vida normal, y ese es ...