1. Ishtar: (I: La descripción)


    Fecha: 16/03/2021, Categorías: Confesiones Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... determinado modo, el vestirme de determinada forma, el mostrarme como se me solicitaba, desencadenaba mí deleite. Esto llevó a que siempre estuviese dispuesta a hacer lo que se me solicitasen, si me querían vestida de un determinado modo, colegiala, enfermera, azafata, prostituta, lo hacía; si me pedían que hablase soezmente, lo hacía, si me pedían que hiciésemos el amor en determinadas poses, también lo hacía.
    
    Mi regocijo era esencialmente psicológico, mis sensaciones estaban determinadas indisolublemente al hecho de hacer gozar al otro y sentirme el objeto necesario para producir tal goce, en verdad, mi propio placer era una circunstancia accesoria, una consecuencia no evitada, sólo consentida, pero sin duda no buscada, al provocar el deleite sexual ajeno, mi satisfacción resultaba así proporcional a la provocada.
    
    Mi mayor placer explotaba, y se produce aún, al sentirme convertida en un objeto, pero no un objeto de deseo simplemente, sino un objeto de uso, sentirme una cosa como cualesquiera otra, útil para provocar placer, un objeto desechable, que puede ser tomado y utilizado al total antojo de otros, sin voluntad propia, determinada en mis conductas por una voluntad ajena y para su propio provecho, poder ser usada, exhibida, vendida o regalada, una cosa ...
    ... sólo distinta de las restantes por su finalidad; otorgar placer.
    
    Mi físico, poco importa.
    
    ¿ Cómo soy ?.Nada fuera de lo normal, nada dice mi físico del placer que puedo llegar a proporcionar, mido 1,70 metros descalza, mi piel es blanca, mi pelo castaño, liso y cae hasta bajo mis hombros, delgada sin ser flaca y mis formas, sin ser exuberantes, son proporcionadas entre sí formando un conjunto armónico que sé, me hace deseable.
    
    Mis senos, sin ser un sueño, no desmerecen, regular en su tamaño, blancos, firmes y redondos, resultan coronados en sus cimas por aureolas pequeñas y rosadas que son cunas de un diminuto pezón.Mi culo es firme y parado, al verlo se figura conformado por dos tersas nalgas pulposas que asemejan estar sobrepuestas sobre mis largas piernas de muslos firmes y musculosos, sin dejar de ser femeninos.Todo mi cuerpo es un conjunto perfecto, pero normal en sus medidas de 91-62-93, muy bien conservado pese a mi edad y once años de uso.
    
    No me considero una meretriz, sin embargo para las mujeres que me han conocido en su perjuicio, las palabras puta, mujerzuela, perra, buscona, prostituta, ramera, golfa y zorra, no son suficientes para calificarme, son pronunciadas por ellas con marcado reproche, sin imaginar siquiera que para mí son un elogio. 
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