La granja - Relatos Eróticos

La granja

Me llamaron para contarme que mi tio habia tenido un stroke cerebral.Me fui a cuidarlo pues para el yo habia sido un sobrino muy especial.Mi tia o sea la esposa de el lo cuidaba muy bien a mi tio,pero a veces ella parecia cansarse de la crisis de mi tio.Mi tio pasaba horas y horas en su silla de ruedas y no se le miraba señas de recuperacion.Para las seis de la tarde,en la casa de la granja reinaba un rotundo silencio en toda ella.Mi tio era trasladado para su cama y su esposa y yo nos quedabamos solos en al sala viendo la television.A veces ella me decia de que esa no era vida para ella y que el dinero no ayudaba para nada en su situasion.Salimos a la yarda de la casa y juntos mirabamos el cielo lleno de estrellas cuando ella me decia que noches como esas, mi tio la calvaba al aire libre.Lo habia dicho como si nada y seguia mirando al cielo.Mi ereccion no se espero y pedia a que ella no continuara hablando mas de sus intimidades con mi tio.Tajadamente me miro a mi cara y me dijo Tengo ganas de que me ...

... cojan,que me la metan hasta lo mas hondo de mi".Me dejo con la boca cerrada. Ella se levanto y me decia que iria a darse un bañito para controlar la calentura de coger.Yo quede solo como un pendejo sin haber podido responder.Pasaban veinte minutos y regrese a la casa y toque a la puerta de su dormitorio y escuhe decir " pasa".Abri la puerta del dormitorio de mi tia y ella estaba desnudita en la cama y me preguntaba que era lo que yo necesitaba.Yo de una vez le conteste que la necesitaba a ella. Mi tia plitica golpeaba la cama con su mano como querer decir "ven aca que te voy a enseñar como es que se toca a una mujer". Me acerque a mi tia y con una voz cambiada y my sexi me decia que me quitara la ropa y que subiera a la cama con ella.Asi paso y una vez desnudo, bajo un silencio nos besamos timidamente.Subi en ella, y mi berga le quedaba de punto frente a su raja.Le meti la cabeza de mi berga en ella como si explorara el terreno y lo demas se le fue metiendo poco a poco. Mi tia y yo gozamos de tremendo polvo.