Repartiendo pizzas
Fecha: 30/10/2017,
Categorías:
Incesto
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
La historia que voy a exponer es totalmente verídica, por eso he cambiado los nombres de los implicados. Yo soy un chico normal de 19 años , no soy feo pero tampoco soy un guaperas, no voy al gimnasio y el tamaño de mi pene es normalito (aunque curiosamente los que leo habitualmente aquí son los mejores dotados siempre).
Esto pasó hace aproximadamente un año. No se lo he contado a nadie pero creo que este es un buen medio para, digamos, desahogarme.
Yo trabajaba en una de esas pizzerias a distancia que hay en todas las ciudades, trabajando como repartidor. Era mi tercer día y aún no había aprendido a "evitar" las peores horas del día, por lo que siempre era el que llevaba más pizzas. Un día tuve que ir hasta una urbanización de un barrio un poco apartado. Cuando llegué subí las escaleras y llamé al timbre. Un hombre joven envuelto en un albornoz me abrió la puerta, parecía recién salido de la ducha. Le di la pizza y él me fue a pagar, pero no llevaba suelto y parecía no tener muchas ganas de darme propina después del viajecito. Así que se volvió y gritó:- "Cariño, ¿llevas suelto?"a lo que respondió: - "Sí ahora te lo llevo"
Yo en un principio no reconocí la voz, y podéis imaginar mi sorpresa cuando vi, tapada con otro albornoz, a mi tía Noelia.
Ella no me miró hasta después de haberle dado las monedas al hombre y cuando me vio no dijo nada, se quedó quieta y en silencio, mirándome. Yo estuve a punto de saltar la barandilla de las escaleras y esconderme de la ...
... impresión. Pero tampoco dije nada, me puse a mirar al hombre haciendo como que no la había visto, pero obviamente se me notaba que no era así. Cuando me dio el dinero salté como un resorte, di media vuelta y me fui. De vuelta casi me caigo 3 veces de lo nervioso que estaba.
Mi tía Noelia es la hermana pequeña de mi madre. Está casada con mi tío, un abogado que pasa más tiempo fuera de casa que en ella y que apenas tiene tiempo libre. Tiene sobre 42 años, sinceramente no lo sé. Siempre me pareció guapa, y tenía un cuerpo seductor, nada espectacular, pero bonito. Desde aquel momento pensé en ella sexualmente por primera vez, y eso que la había visto en bikini y topless en la playa de vacaciones. Por supuesto no pude dejar de pensar en ella metida en ese albornoz todavía mojada.
A los dos días llamó por teléfono a casa y me dijo si podía pasar a verla. Yo intenté evitarlo, pero al final me convenció.
Cuando llegué a su casa estaba nerviosismo por lo que pasaría. Me dejó entrar y fuimos al salón. Apenas me había mirado a los ojos hasta que nos sentamos.
-"Quiero explicarte lo del otro día"- me dijo -"No hace falta no pasa nada.."- vaya que no -"Pero supongo que te harás preguntas, al fin y al cabo es tu tío y esto no te gustará" -"Yo no sé el por qué, pero no creo que sea bueno que yo sepa nada, lo que sea debes decírselo al tío"- dije yo, y además, sonó creíble. -"Mira tu tío y yo estamos distanciados, él siempre viene cansado y sólo lo veo dormido, y necesito ...