Mi profesor de Inglés - Relatos Eróticos

Mi profesor de Inglés

El jueves al salir de clase de Inglés, mi profesor Erich, el cual es muy joven, me pidió el favor que me quedara un par de horas extra para ayudarle con un estudiante de intercambio y como soy su mejor alumna pensó que era una oportunidad para los dos. Mi único impedimento era que se hacía tarde, por lo que ofreció llevarme a mi casa, la cual quedaba cerca de la suya.

Lo estábamos esperando charlando, sin pensar en el tiempo la conversación fue subiendo de tono, hasta llegar al punto en que él me confesó que le gustaba la ropa que traía porque resaltaba mi hermosa cola, a lo que yo respondí que se veía más hermosa en la tanga que llevaba, por lo que me pidió que me levantara de la silla en la que estaba sentada.

Me tomó de la mano y me dio una vuelta dejándome de espaldas a él, acto seguido comenzó a jugar con mi pelo y fue bajando sus manos hasta llegar a mi jean y posarlas sobre mis nalgas, en ese momento me di cuenta que estaba muy excitada y sin pensarlo solté un gemido de placer, automáticamente el bajo sus manos hasta la base de mis nalgas y las apretó muy fuerte.

Yo me aparté de él y me senté en el escritorio, estaba muy excitada y no quería hacer algo de lo que me fuera a arrepentir, pero él se acercó y me pidió disculpas, yo se las acepté y bromeamos un poco, pero seguía estando excitada y por lo que veía él también. Estaba muy rojo y a pesar de ...

... que hacía un esfuerzo por hablarme su bulto lo delataba.

Estaba tan grande que no resistí en tocarlo para saber si estaba duro también, pero lo que sentí solo me excito más, pues estaba tan grande y tan duro que estaba muy caliente, él me miró con cara extrañada pero excitada, comencé a rozar su jean con mi mano mientras él subía las suyas hasta mis senos los cuales palpaba suavemente.

En un momento sentí la desesperación de su pene por salir de la ropa, por lo que desabroche su jean y baje el cierre, él también bajo sus manos y me separó las piernas, paso sus dedos sobre mis labios para ver que estaba muy mojada. Su respiración se dificultaba a medida que me quitaba la tanga y cuando finalmente lo hizo me llevó junto a él para penetrarme a profundidad.

Su pene grande y fuerte se deslizó lentamente dentro de mí y mientras me miraba comenzó a besarme, luego subió la velocidad y me penetraba tan rápido y fuerte que tuve un orgasmo justo cuando él se vino dentro de mí. Su semen escurría de mi vagina y nada más ver esa imagen Erich se sentó en su silla de profesor y me sentó sobre él. Mientras subía y bajaba el apretaba mis nalgas y lamía mis senos, volvió a venirse dentro mío.

Al darnos cuenta que ya era muy tarde me puse mi ropa interior y él me llevó a mi casa, pero al bajarme del carro me dio una nalgada y me dijo que esperaba que le hubiera gustado.