Eran las nueve de la noche
Fecha: 25/03/2021,
Categorías:
Lesbianas
Autor: Quique., Fuente: CuentoRelatos
... dentro, sin decir palabra, hasta que se le volvió a poner dura, después lo volvió a follar hasta que se volvió a correr ella. Al parar Genara, comenzó Javier a darle al culo. Diez o quince minutos más tarde, se corrían abuela y nieto.
Al acabar, la abuela le dijo:
-Déjalo ya que estás muy débil y te puede dar algo.
A la mañana siguiente, Andrea, mientras su hijo iba al servicio, fue a cambiar las sábanas de la cama y vio los tremendos lamparones de jugo y semen.
-¡Ay cuando la pille por delante! ¡¡La mato!!
Javier, que volvía del baño en pijama, le preguntó a su madre.
-¿A quién vas a matar, mamá?
-¡A la puta de tu abuela! Se metió en tu cama para joder contigo.
Javier, que estaba empalmado, y tenía la verga hacia arriba para que no se le notase, la sacó, y le dijo, orgulloso:
-Es que ante una verga como esta...
Andrea vio los gordos 20 centímetros de su hijo, en erección, y le dijo:
-Ya veo. Llevaba cinco años sin... -Andrea se acordó de la noche anterior- ¿Se estaba corriendo cuando mordió la almohada?
-Estaba. Tú también llevas tres años sin nada. El tiempo que hay que nos dejó papá.
-¡Estuvisteis jodiendo delante de mí!
Javier se acercó a su madre, le cogió la mano y la llevó a su verga. Andrea se apartó de su hijo.
-¡Guarda esa cosa!
-No muerde, mama.
-¡A mí me guardas un respeto! Yo no soy tu abuela.
-Dale una mamadita.
-¡Ni borracha!
-Después te la doy yo a ti.
-¡¿Con quién piensas que estás ...
... hablando?!
Javier ya iba de sobrado.
-Con una mujer de bandera.
-¡Estás hablando con tu madre, degenerado!
Javier cogió a su madre por la espalda y le acarició las tetas. Le besó el cuello, y apretó su verga contra su culo.
-¡Voy a hacer que sueltes toda la leche atrasada!
-Soy tu madre, no soy una vaca.
-Eres un caramelito que me voy a comer.
Besando el cuello de su madre le metió una mano dentro de las bragas y se encontró con un coño empapado.
-Para, Javier, para.
-¿Acabamos de manchar la cama antes de que la cambies?
-Eres el diablo.
Javier sabía que su madre ya estaba madura.
-Y tú una diablesa preciosa.
-¿Vamos para cama?
-¡No! Déjame ir.
Andrea estaba junto a la cama. Javier la empujó y cayó boca abajo. Con una mano sobre su espalda le quitó la falda.
-¡Detente!
Le quitó la las bragas con los dientes.
-¡No sigas!
Le abrió las nalgas con las dos manos. Pasó la lengua por el ojete y por el coño mojado.
-¡Eres un cerdo!
Javier le metió y sacó la punta de la lengua en el ojete repetidas veces. Andrea cerró los ojos y comenzó a mover el culo hacia arriba. Javier le metió el dedo medio en el coño. Lo sacó, empapado, y se lo puso en la entrada del ojete. Andrea empujando con su culo, lo metió y lo sacó. Ya la tenía entregada. Javier le dio la vuelta a su madre. Le subió el jersey la blusa y el sujetador. Andrea, se dejó ir. Magreó las tetas y chupó y lamió pezones y areolas. Bajó y le comió el coño bien comido, desde el ano ...