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La seducción de mi esposa
Fecha: 26/03/2021, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Eroslifewoman, Fuente: CuentoRelatos
... un beso, unas caricias de Iván. Iván acariciaba el contorno de la cintura de mi esposa y de vez en cuando bajaba poco a poco por sus caderas. Cuando subía sus manos arrastraban hacía arriba el vestido dejando al descubierto parte de las piernas de mi esposa. Ella seguía mirándome a mí. En el tercer o cuarto beso intenso, Iván acompaño la mano de mi esposa hasta su abultado pantalón e hizo que ella acariciase su polla tres o cuatro veces por fuera muy sutilmente. Él acariciaba buscando ya sus piernas y ella se dejaba llevar hasta cierto punto, ya que con sus manos buscaba las de él para no dejarle seguir. Después, mi esposa cedía poco a poco mientras se fundía en caricias a cuatro manos que le estábamos practicando. Él acercó su cara al cuello de mi esposa por detrás, acarició su melena echándosela para un lado y le inclinó levemente el cuello para que empezara a recibir sus respiraciones y besos. Mi esposa apoyó hacia atrás la cabeza sobre el hombro de nuestro amigo y cerró los ojos mientras seguía abrazada a mi cuello. Yo besaba sus labios, sus mejillas, su cuello y acariciaba su cuerpo esplendido. De repente mi esposa se giró hacía Iván y comenzó a besarlo igual que antes hacía conmigo. Mientras me besaba a mí, había estado acariciándole el pene a Iván, ya no con tanta sutileza sino con ansiedad de tenerlo y, ahora comenzaba a hacer lo propio conmigo. De vez en cuando mis manos y las de Iván coincidían en el cuerpo de mi esposa y rápidamente se separaban. ...
... Aunque pudiese parecer descarado lo que hacíamos ninguno de los que estaban en la pista se estaba percatando de esa situación, allí cada uno iba a la suya. Mi esposa paró por un momento. Los dos nos separamos de ella. – Queréis que vayamos a otro sitio – sugirió Iván. Ella me miró. Se la notaba nerviosa y sobretodo muy excitada. – Tranquila mi amor – le dije – yo estaré contigo. La cogí de la mano y nos dirigimos hacia la salida. Iván salió detrás de nosotros. – ¿Habéis venido en coche? – Preguntó – Dejadme las llaves y sentaros detrás. Así lo hicimos… Nos sentamos detrás como si de un taxi se tratase. – Yo os llevo – y arrancó el motor – vosotros disfrutad del camino. Mientras salíamos del parking yo miraba a mi esposa que tenía la cabeza apoyada en el reposacabezas y me miraba. Esa mirada con una expresión de desear que me acercase a ella y comenzase a devorarla, así que no me lo pensé demasiado. Me acerqué a su cuerpo. Mi esposa respiraba frenéticamente, estaba muy excitada y en una postura de ofrecimiento total hacía mí. Comencé a besar su cuello suavemente, mientras ella acariciaba mi pelo y suspiraba con mis besos. Mientras, desbrochaba los botones de mi camisa acariciándome el torso. ¡¡La situación era súper morbosa y no podía más!! Estaba muy excitado. Observaba como Iván había puesto el espejo retrovisor interior del vehículo de tal forma que conducía y no se perdía detalle de lo que allí dentro sucedía. Se me pasó por un momento ...