Chantaje (V): Un paso a lo prohibido
Fecha: 28/06/2017,
Categorías:
Fantasías Eróticas
Autor: TKBDDOS, Fuente: CuentoRelatos
Ese día pareciera que la fiesta continuaría o por lo menos así lo pensé, por un instante me arrepentí de haber ido, pues al ver la situación, parecía que sería de lo más aburrido, todos demasiados crudos, con caras de desvelados, un gran arrepentimiento me invadía cuando la voz llamaba a mi hermano, quede ahí yacida con los ojos irritados por falta de descanso perdí la noción del tiempo.
-Valery, ya te instalaste, porque hay que prepararnos para la noche buena.
Entre mi cara de sorpresa y el optimismo de mi madre, sabía que esto estaría peor de lo que ya se encontraba. El día transcurrió como si nada, más bien pareciera que era un día cualquiera, ya por la tarde mi madre nos dice que nos alistemos para la cena, para mí era todo un fiasco, en ese momento pensé que estaría mejor en casa.
Ya entrada la noche nos fuimos a casa de su otro hermano de mi madre del tío Javier, quien al escuchar el timbre de su hogar nos recibió, comenzó saludando a sus hermana y cuñado, así como a sus sobrinos, más cuando me vio sus ojos se le iluminaron de forma especial -que sorpresa Valery, tanto tiempo sin verte, pues cada día que pasa te pones más hermosa -tomándome de una mano para hacerme girar, como si estuvieran bailando, y así, mi tío admiró mi ondulado y tentador cuerpo. Esa noche llevaba un vestido negro, que dejaba mis hombros al descubierto y se adhería a mis curvas como una segunda piel, y mis altos tacones negros causaban que a cada paso, mis redondas caderas se balancearan ...
... de modo sugerente.
Mi tío Javier era el más bajito de estatura de su familia, de barriga más prominente, proporcional a su cuerpo recio. No titubeó para posar su ancha y tibia mano en mi cintura, el calor de su mano, me transmitió otra clase de sensaciones, muy similares a las producidas por las manos de mi hermano cuando recorre mi cuerpo. Él aprovechó para acariciar mis brazos, cabello y espalda, caricias que no pasaron desapercibidas, ya que no tenía un pelo de inocencia. Y así como mi tío no retiró su mano izquierda de mi espalda, pose una de mis manos sobre su muslo derecho en un gesto de fingida ingenuidad.
-Caray, Valery, eres tan hermosa que hasta me arrepiento de ser tu tío, pues de lo contrario, no dudaría en cortejarte -dijo él besándome una mano. Me ruborice genuinamente, y sonreí: -Qué exagerado eres, tío. Pero te agradezco el cumplido. Le di un beso en la mejilla -paso tío- le dije, y me asegure de contonear muy bien mi portentoso trasero para el placer visual del tío. Camine tras mi familia al parecer éramos los primeros, Antonio estaba en la ventana, camine hacia él, y en voz baja le dije: -el tío está más afectuoso conmigo, que de costumbre. Si de hecho hermanita vi cómo te devoraba con su mirada ese culote que se te ve.
Minutos más tarde llegaron los demás familiares, su hogar cobijaba un fuego que proporcionaba una agradable y oportuna calidez. Los adornos navideños también estaban presentes. Pronto arrullamos al niño dios, entre risas, alegría y ...