Mi primera vez - Relatos Eróticos

Mi primera vez

... pene, que seguramente ya lo tendria muy parado y duro, -¡ay, Tomás!- le dije, con una voz suave y mucho placer. Cuando termine de recibir a Tomás me fui a mi recamara para vestirme con otra ropa diferente a la que traia, me puse un vestido corto y entallado color negro muy escotado, pues tengo unas tetas no muy chicas, las cosidero con el tamaño perfecto para la boca de muchos hombres; una tanga de hilo dental muy delagadita casi transparente color negro de encaje, muy sexy; el ligero no podía faltar junto con unas medias tambien color negro, una chamarrita pequeña de mezclilla, mis zapatillas rojas de tacon alto, una peluca rubia; los labios los pinte de color rojo muy brillantes. Al fin termine de ponerme mi disfraz, me mire al espejo y por fin me pude ver como una verdadera puta, pero no de esas putas que lo hacen por dinero, sino de las putas que les encanta la verga, que les gusta ser penetradas por vergas duras, grandes y gruesas una puta que queria comerse al mundo con tan solo robarse unas cuantas miradas; eso me empezo a poner nuevamente cachonda y caliente. Empece a tocarme nuevamente la vagina con la finalidad de humedecerla, luego me toque los senos para ponerlos erectos y resaltaran lo mas que se pudieran de mi vestido negro y escotado. Salí por la ventana de mi habitación, ya que Tomás estaba en la puerta de mi casa“resguardandola”, al pasar frente de mi casa voltie hacia otro lado con el fin de que Tomás no viera que era yo, me acorde de su rostro cuando miro ...

... mi mi tanga y toco mis nalgas apenas hacía unos cuantos minutos. Caminé hacia la esquina de mi calle y, en eso mire que venía un automovil, caminé mas aprisa, pues queria que me viera, y dije “esta carro se tiene que detener, ojala lo haga y a ver que pasa”, senti que el corazón me latia mas aprisa y la emocion crecio al ver que a medida de que se iba acercando hacia a mi, lo hacia mas despacio, me di cuenta que eran cuatro jovenes, que andaban en su desmadre a esa horas de la noche; cuando estuvo cerca de mi uno de ellos empezo a decirme:-hola pinche puta, cuanto cobras hija de la chingada, ¿te gustaria que te cogieramos entre los cuatro? se rieron. Otro me dijo:-¿cuanto me cobras por mamarle la verga?, se ve que te encanta mamacita o ¿prefieres que te coga de a perrito? Pinche putota, asi lo disfrutaras mas. Al escuchar esa palabras la emocion se apodero de mi, en verdad queria que me cogieran los cuatro, a todos mamarles el pito y que me cogieran de a perrito, que exitada me sentía, solo pude sonreirme cuando voltie a verlos, la humedad de mi vagina crecio aun mas. Otro me llego a decir:-pero si en verdad pareces una verdadera puta, que buena estas, hija de la verga, que ricas tetas tienes, yo te las mamaria y me haria una chaquetota en ellas. Se rieron y se fueron. ¡ah¡ que rico fue escuchar esa palabras, mis pezones seguian ergidos y mi vagina humeda. Despues de esa maravillosa experiencia, di la media vuelta y me regrese a mi casa, cuando ya llegaba vi que mi amigo Tomás ...