1. Quiero mi calaverita… con Neto


    Fecha: 12/04/2021, Categorías: Gays Autor: Cojo, Fuente: SexoSinTabues

    ... encantaba. Me encantaba él y su verga. Él y postura de sólo activo (aunque yo no fuera sólo pasivo). Él y su verga siempre viscosa, siempre lista para penetrarme sin dolor pues lubricaba abundante como yo. -¿Y qué se siente?- preguntó mientras encendía el porro. –Qué se siente cuando te la meten. No mames. No me lo explico. Cómo es que un vato siente rico si otro le mete la verga por el culo. Paty se queja y dice que le duele. Ni he podido. Lo hemos intentado pero me manda a al verga y ya ni cogemos porque, cuando le estoy metiendo apenas la cabeza. Grita y ya no se deja y se enoja. Lo peor es que por el mono ya ni aprieta desde que tuvo al morro- dijo con frustración. Le expliqué de varias maneras, mientras miraba sus ojos verdes y su cabello rubio brillando a contraluz por los rayos últimos del atardecer que entraban por la ventana. Siempre me gustó y me esperé por darle varias respuestas de diferentes enfoques. Una hasta poética. Le dije que había varios factores que propiciaban una penetración con poco dolor y mucho placer, pero sí le aclaré que las primeras veces o luego de no hacerlo un rato es complicado y casi siempre doloroso. –A mí me dolería menos que a ti, seguramente, porque no soy primerizo- le comenté como ejemplo. Seguimos hablando al respecto mientras nos poníamos muy mariguanos porque la yerba era de primerísima calidad. No íbamos ni a ala mitad del toque cuando ya sentíamos todos los efectos encima, incluida la risa y la hipersensibilidad. En algún momento ...
    ... quise imaginar que en su pantalón amplio (de cholo) traía el pene erecto. Yo ya estaba excitado pero era discreto porque no quería hacer imprudencias que lo alejaran de mí y los amigos. Pero no dejaba de mirarle, tan guapo, alto y delgado, con esos brazos, donde se dibujaban 3 tatuajes. Las preguntas eran muy íntimas y directas, como la que desencadenó las mayores bendiciones de esa tarde de descanso. -Y tú, ¿cómo tienes la verga?- me dijo. -Creo que chiquita- le respondí y concluí. -Casi siempre la tengo más chica que mis amantes, aunque no todo el tiempo. Los más amables dicen que la tengo normal. Me mide 15 o 16. -¿Y a ti?- no desaproveché la oportunidad. -No sé. Nunca me la he medido, pero me han dicho las morras que la tengo rica- fue lo que respondió cuando aún sin cavar de hablar, así sentado en la cama como estaba, simplemente bajó la cremallera de su pantalón y sacó una enorme verga con vellos amarillos y unas proporciones de 20cm aproximadamente, venuda, gruesa y cabezona, con la cabeza rojiza y brillante de tener la piel tan estirada. Era una escultura porno viva. Así completó. –Mira de hecho hace rato que estoy bien mariguano y bien duro, cabrón; se me paró con la plática. -¡No mames!- le grité. –No hagas eso frente a un joto, ¿no ves que ya me estoy cayendo de hocico en ti, para que me des mi calaverita? -Cámara wey, vamos a darnos la calaverita. Haz paro. No te vienes de hocico porque no quieres- concluyó. A partir de entonces, no volvimos a decir palabra hasta ...
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