Las pasiones del limbo - Ultima Parte - Relatos Eróticos

Las pasiones del limbo - Ultima Parte

Veronica cada vez se alejaba mas del caracter virtuoso de su persona, con los nuevos descubrimientos que marcaban radicalmente su espiritu. Por las noches en el convento dormia junto con un sacerdote que tenia la obligacion de vigilar a la muchacha para evitar que se masturbara ya con el conocimiento que tuvo en la tarde con De Alba y Cristina, al mismo tiempo que se resistiera la tentacion de tocarla, las cosas marcharon de maravilla y ninguno de los dos se entrego a la pasion carnal, esta rosa debia permanecer en el jardin de la pureza una noche mas.-Padre, he pecado-dijo Veronica un dia desoues en el confesionario-cuentame hija-dice el fingido demonioVeronica le conto todo con sumo detalle sobre la lubrica escena con los dos religiosos-...pero lo mas horrible es que yo me preste al servicio-dijo Veronica-y encuentro muy dificil de redimir-no fue tu culpa hija-dijo el sacerdote-eres humana-pero padre-dijo Veronica-Dios condeno a la gente de Sodoma y Gomorra por sus placeres insanos-¿no te parece algo severo con gente que solo disfrutaban un placer tan inofencivo y tan valido como comer y dormir?-dijo el religioso-por favor entienda que me hacen sentir sucia y mal con mi alma, ademas un pecado asi vuelve a las personas violadores y sodomitas-pero la lujuria no es culpable de tales crimenes, son los principios y las reglas de vivir con la gente-continuo el sacerdote-supon tu que una persona escucha musica hasta que sus oidos sangran y se queda sordo, ¿culparias al ...

... compositor?-no es lo mismo-Oooh...si que lo es, veras, Dios o la Vida nos colocan delante algo tan hermoso como el sexo, esta en nosotros si queremos tomarlo o dejarlo, si tomamos la decision apegada a nuestras nececidades (una descicion tan valida como la correcta), ¿estamos mal? las pruebas que nos imponen son bastantes totalitarias y radicales, ¿que acaso no el Cielo o La Naturaleza no se dan cuenta de que tarde o temprano pecaremos?¿y pedir perdon en algo que seguiremos haciendo y que esta en nuestros instintos es algo hipocrita?¿si La Superioridad Divina o La Vida misma conoce nuestros corazones, no tendriamos que hacer tantas ceremonias como la que viniste a hacer?-Padre yo...-piensalo bien señorita, que si nos hemos de ir al infierno con estos principios, estariamos injustamente castigados por solo hacer estas preguntas sin recibir respuesta.Luego, el sacerdote sale del confesionario y saca gentilmente a Veronica.-¡Oh! mujer-dijo el religioso con un fuego vivaz en su interior-te mostrare que el resplandor pasional que tenemos todos y que temes tanto no es mas que otroincienso que debe ser inhalado.el viejo sacerdote besa apasionadamente en la boca a Veronica, metiendo su gruesa lengua y revolcandose en la saliva de la joven, sus labios succionaron los de ella, no hubo parte en la boca que el viejo no explorase, Veronica apenas se contiene y trata de disfrutar una lengua tan larga como gruesa para su tierna e inexperta boca, la mano del religioso recorre el vientre, pasa su mano ...