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Putito para todos 01 Mi vecino curioso
Fecha: 05/05/2021, Categorías: Gays Autor: Alvaro-L-de-H, Fuente: SexoSinTabues
... pequeñín o porque tengo un carácter amable, entregado y cariñoso y he sido el juguete de todos, al que han llevado en sus brazos o tenido en sus rodillas montando a caballitos. Tomás es igual a su padre, de piel morena, pelo negro, de cuerpo grande pero muy bien proporcionado por el deporte que practica con Joky. Su padre al ser mayor es mas grueso y fuerte tirando a gordito, tiene un gran bigote que me encanta cuando me besa y me hace cosquillas en mi nariz. El beso duró unos segundos, me separó con brusquedad cuando escuchó los pasos que se acercaban por el pasillo y mi hermano se presentó de improviso delante de nosotros. Aunque ellos me vean raro y tenga dificultades con mis estudios, no soy tonto y me doy cuenta de que Tomás me dice que le gusto, pero no quiere que lo sepan los demás, ya he tenido alguna otra pequeña aventurilla con chicos del colegio y personas mayores y siempre sucede lo mismo. El primer hombre que me manifestó sentir algo por mi fue con don Francisco, sacerdote de nuestra parroquia, no paso nada creo yo, entonces era muy pequeño, se conformaba con acariciarme y darme besos. En aquel momento tenía algo más de diez años y había hecho la primera comunión, iba muy retrasado en el colegio pero admitieron que la hiciera con los chicos de mi edad. Carmen es de misa todos dos domingos y colabora con la iglesia. Todos los sábados teníamos que confesarnos para poder ir limpios de alma a la comunión de los domingos. En la parroquia teníamos otro sacerdote, don ...
... Miguel, algo mayor que don Francisco y más serio, los niños le estorbábamos, totalmente lo contrario que al otro sacerdote. Todos preferíamos confesarnos con el alegre y extrovertido don Francisco. Un sábado cualquiera hacíamos cola para ir llegando hasta el confesionario y Joky me sujetaba de los hombros, mi hermano cuidaba de mí y yo iba delante de él hasta que me tocó mi turno. Apoyé mi pecho en el borde de la puerta inclinándome y el sacerdote cubrió mi espalda con la cortinilla quedando medio cuerpo dentro del confesionario, tocándose nuestras mejillas en un íntimo y fraternal abrazo. Sentía que don Francisco me quería mucho y me gustaba su olor a loción del afeitado, se emocionaba y comenzaba a besarme en las mejillas hasta que llegaba a mis labios un poco nervioso. -Bésame tú también hijo, como Jesús besaba a sus discípulos. –yo lo hacía, me gustaba besarle y el olor de su cálido aliento me excitaba mi pequeño pitilín, tampoco sabía lo que eso significaba en aquellos días, pero sentía que mi penecito se me ponía tieso y movía mi culito nervioso fuera del confesionario frotando mis piernas. Le contaba todo lo que me sucedía durante la semana, él me iba preguntando, de una confesión y otra se sabía toda mi vida, entonces él empezaba a sugerirme las respuestas que deseaba oír, ya he dicho que hacer ciertas cosas me supone mucho esfuerzo, ¡si ellos supieran cuanto!, pero no soy tonto como alguno me dice. Joky me acaricia diciéndome que tienen envidia, pero sigamos con la ...