Dueña de mi hermana y madre (Cap. 8): Mini esclavas
Fecha: 06/05/2021,
Categorías:
Sexo Oral
Autor: ALTEZA, Fuente: CuentoRelatos
Las mini esclavas en dos días habían descubierto su yo interior, el ser esclavas, y mientras tanto ellas eran felices arrojándose a los pies de su Ama Dueña y Señora, las infelices de sus mamás a cada minuto sufrían más por el cansancio por haber servido como mulas durante todo el día anterior a excepción de cuando se fueron a dormir a sus jaulas y aun así seguían estando sometidas para seguir como mulas de carga 16 horas diarias obligadamente más las horas que su Ama dispusiera, y en caso de haber fiesta de noche en el reino, el descanso se cancelaba hasta terminar la fiesta y dejar todo limpio y recogido, esas eran las reglas de su nueva y tormentosa vida.
Ya se sabían la rutina, llegaban besaban los pies de la patrona, buscaban sus utensilios y a dejar la casa como un espejo y al termino de sus horas eran recogidas para llevarlas al segundo turno para hacer exactamente lo mismo pero estando ya más cansadas. A su Ama eso no le importaba, lo que a su Ama realmente le importaba era hacerse rica sin importarle que tan cansadas estuvieran las perras o que tan rápido se chupaba su juventud y energía, total al ya no servir a su propósito simplemente las echaría a la calle ya cansadas y las reemplazaría por unas más jóvenes.
Las perras después de dejar las mansiones como espejo en todos los ámbitos fueron llevadas ante su Alteza para entregarle íntegramente las ganancias del día y besarle los pies, ya que era un requisito si es que deseaban ir al bebedero y al comedero ...
... cada día, por lo que las esclavas besaron los pies delicada y respetuosamente y de inmediato dirigirse a comer su alimento permitido. Las mini esclavas saludaron a sus mamás y les contaron lo mucho que disfrutaron el día siendo útiles a su Ama y que eso las hacía muy felices, ya habían aprendido a barrer, trapear lavar vidrios, dar masajes de pies y hasta servir como meseras y lo que más les gustaba era estar en contacto con el frio del suelo por el calor al estar haciendo sus tareas a custro patas, y que eso le daba mucho orgullo a su Ama.
En ese momento las perras se dieron cuenta que habían perdido por completo toda autoridad sobre sus hijas y que ya no podrían recuperarlas nunca, ya que ahora ellas consideraban su vida muy útil estando de rodillas y lamiendo pies. Al verlas así de rodillas tan alegres a los pies de su Ama y dándose cuenta de que con ellas ya no había reversa hacia una vida normal, se les quitó el hambre por la tristeza de haber perdido a sus hijas en tan solo dos días y que no recordaran la tortura que pasaron en la mazmorra. Solo pasaron a beber agua y de ahí directo a su jaula llenas de lágrimas por la escena que habían tenido que presenciar y sin poder decir nada.
Esa noche las mini esclavas durmieron echadas a los pies de la cama de su Ama por si en la madrugada se le pudiera ofrecer algo de ellas. Las mini esclavas habían comprendido que aunque su horario era de 16 horas, si su Ama las requería, ellas gustosamente debían servirle.
Esa noche la ...