Perversión de una embarazada fumadora
Fecha: 06/05/2021,
Categorías:
Hetero
Autor: Lucyfer, Fuente: CuentoRelatos
... comerte la boca, y tú no me harías la cobra. También lo sabemos ambos perfectamente.
Risas.
-Creí que te gustaban los jovencitos.
-Me gustan los jovencitos.
-¿Y los tíos de tu edad?
-En absoluto.
Me sorprendió de nuevo. Había esperado otra respuesta.
-¿En qué edad pones el límite?
Se encogió de hombros.
-De vez en cuando me enrollo con alguno alrededor de los treinta, pero lo ideal es que no pasen de los veinticinco.
-Joder… ¿Entonces? Yo ya paso bien los cuarenta.
-Lo tuyo no tiene que ver con la atracción física, también lo sabes. Estás muy bueno y todo eso, pero no eres mi tipo. Para mí eres demasiado pureta.
-Vaya… -protesté y reímos de nuevo, intentando disimular yo que el comentario había tocado fibra sensible.
-No hagas preguntas cuya respuesta te pueda incomodar –se defendió ella con adorable desparpajo-. Yo suelo ser sincera. Sólo miento cuando tengo algo que ganar con ello.
-Ya veo… ¿Y qué es lo que has encontrado en este cuarentón pues para que desees acabar esta noche en la cama con él?
-Ya lo sabes. Me gusta provocar. Me excita hacerlo. Y esta noche me he pasado diez pueblos provocándote. Me he puesto a mil haciéndolo. Ahora mismo tengo el coño tan baboso y encharcado, que casi siento sus paredes deslizar entre ellas al caminar. Alguien tiene que poner solución a eso, y visto que ello no parece entrar en los planes de Sergio esta noche…
-Total, que soy el segundo plato.
-Algo así –reconoció con su irresistible ...
... sonrisa.
Debiera haberme sentido ofendido en mi amor propio con aquello, pero no fue así. Aquella mujer era demasiado excitante, demasiado fascinante.
Alargué el brazo para cogerle una teta con la mano. Sin tapujos ya, con esta ladeada para mejor apreciar el tacto de su pezón contra mi palma. Llevaba provocándome con éstos desde que salimos de casa de Miguel. Se había cambiado de ropa allí, poniéndose un vestidito de hilo con falda a media pierna y escotado, blanco y con estampado de flores coloradas. Algo más bien primaveral, pasaría frío con él en la calle, pero salió con un abrigo y ahora estábamos a cubierto y cálidos. Manías de mujeres. Son coquetas. Se lo había prestado Eva, la chica de Miguel. Al estar ésta algo rellenita y tener Miryam esos tetones, entraba bien en él a pesar de su barriga y le favorecía bastante.
Estaba duro como una piedra. Era como si se hubiera colocado un dedal de metal, de esos que se usan para coser, cubriéndolo. De tener punta, casi hubiera podido taladrar mi mano para asomar por el dorso.
-Me he cambiado de vestido por ti –afirmó mirándome con una sonrisa de complicidad.
-¿Sí?...
-Sí. La tela vaquera es más basta, no marca tan perfectamente los pezones. Quería provocarte, que vieras perfectamente cómo los tengo por tu “culpa”.
-¿Por qué no nos dejamos pues de rituales de cortejo y llamamos un taxi que nos lleve a mi casa para que me folles?
¡¡TOMA YAAAA!! ¡Mm-merengue, merengue!
-Me parece un plan de puta madre. Pero ...