1. Adolescencia


    Fecha: 15/05/2021, Categorías: Confesiones Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Alcanzar los 14 años es un periodo de la vida donde los cambios están a la vista y nuestro cuerpo adolece de pudor cuando las hormonas de disparan.
    
    En mi caso todo sobrevino a la vez , los cambios de mis pezones que notaban sucesivos cambios en cuanto a dureza y aumento mamario acompañado del advenimiento de la regla.
    
    Mis amigas estaban en las mismas circunstancias.
    
    La edad no perdona y nuestro deseo era conocer chicos con ese mundo que nos atraía tanto.
    
    Al comienzo de curso solían existir chicos que esperaban a algunas chicas que salíamos hacia casa.
    
    De manera especial hubo uno que se fijó en mi y me abordó.
    
    Me preguntó si le gustaría salir con él y me acompañó hasta casa.
    
    Al día siguiente lo comenté con las amigas y les dije que me había gustado.
    
    Era mayor que yo y me aportaba un valor como de más solera y sapiencia.
    
    Una de mis amigas lo conocía de su barrio y de sus andanzas.
    
    Me comentó que era un pieza y que anduviera con cuidado porque no era la primera .
    
    No obstante como me tenía absorta no hice caso.
    
    Me acompañaba a casa y un día nos dimos la mano.
    
    Al despedirnos me dió un beso en la mejilla y comprendí que éramos novios.
    
    Con 14 ´ños y con novio con experiencia.
    
    De la mano poco a poco pasamos a los abrazos y besos .
    
    Aprendía rápido y aquellos besos con lengua me volvían loca.
    
    Me volvía loca alabando mis muslos que se veían a través de la falda corta del cole.
    
    Los domingos salíamos al parque y un domingo al anochecer ...
    ... nos adentramos por una zona menos transitada.
    
    Nos sentamos en un banco y nos tocamos y besamos a base de bien.
    
    Sus manos sobaron por primera vez mis tetas.
    
    Uno a uno desabrochó los botones de mi blusa y sus manos se deslizaron por debajo del sujetador.
    
    Me tenía presa de él y yo me abandonaba a las nuevas sensaciones .
    
    Por supuesto que se atrevía a más .
    
    Ascendía por mis muslos hacia la zona más íntima pero no le permitía.
    
    No obstante a base de repetir los intentos , caí en su trampa.
    
    Sólo quería ver , pero luego quería más.
    
    Me tocó el clítoris y exploté.
    
    Intentó la penetración con el dedo pero no le dejé.
    
    Tenía pánico a posibles repercusiones y él no cejaba.
    
    Nos escondíamos en portales de viviendas y alli también lo intentaba.
    
    Los magreos eran constantes y cuando no lo veía , yo misma me excitaba pensando en él y me masturbaba.
    
    Un día lo pillé infraganti con una niña más joven que yo, se lo reproché y me dijo que quién era yo , que era libre de hacer lo que quisiera.
    
    Le solté una bofetada y ya no nos vimos.
    
    Ahora lo veo de vez en cuando .Está casado y no se le ve feliz.
    
    Yo en cambio me casé y aunque añoro todo lo que me enseñó y el recuerdo que me dejó mi esposo es muy bueno y también atrevido y potente en la cama.
    
    Sabedor de mis andanzas anteriores me conmina a veces a recordar aquellos restregones de la época del cole.
    
    Ahora veo las chicas con su faldita y yo misma deseo volver a aquellos tiempos .
    
    Por la noche al ...
«12»