1. Clases de Piano Capítulo 8


    Fecha: 05/11/2017, Categorías: Incesto Autor: adalberto1979, Fuente: SexoSinTabues

    Fueron unos días maravillosos los que pasé con mis niñas haciéndolas mis mujeres en todas las posiciones habidas y por haber, me sentí un verdadero pervertido cogiéndomelas de las maneras más obscenas; Rita llegó y ordenó la casa en una sola tarde, sabía que Ruperto llegaría hasta el lunes ya por la tarde, así que aun teníamos la noche para disfrutar, Claudita extraño mucho a su mamá por lo que pasaría la noche con ella, Esthercita era más fría y calculadora no le afectaba tanto que su mamá se hubiera ausentado, ella quiso seguir en nuestra cogida, pasaría la noche conmigo… ‐ Aaahhh aaaahhh aaaahhhhh Eran los quejidos que daba Esthercita empinada sobre la cama recibiendo mi verga por su rajita, no la quería por el culo, ya había probado el orgasmo vaginal y se había enviciado a él, la sostenía firmemente de sus caderas, me deje caer sobre ella obligándola entre gemidos y quejidos a que quedara completamente acostada boca abajo, mi verga nunca salió de su rajita y nunca deje de bombear, por lo que el cambio de posición fue delicioso ‐ Aaahhh aaahhh papi me gusta, me gusta mucho, no dejes de cogerme ‐ Si bebé, a mí también me gusta tu chochita. Mi amor pero… ¿y si vamos a visitar un rato a tu mami y hermanita? ‐ ¿Ya no me quieres cogerme solo a mí?—pregunto con un tono triste ‐ No bebé, me encanta cogerte, tu rajita es deliciosa, es solo que también extraño a tu mamá, sabes que la amo, anda vamos ‐ Está bien pero llévame cogiendo Era una diablilla con ideas de todo tipo, me ...
    ... levante sacándole la verga, admiré un rato su roja e irritada rajita, brillaba con la escasa luz de la lámpara de mi buro como una perla; la voltee y la jale hacia mí, ella se levantó y brinco colgándose de mi cuello y sus piernas rodearon mi cadera, mi verga parada ya sabía el camino, la sujete por las nalgas y trate de metérsela, ella me besaba metiendo su lengua y moviendo su cadera, esto no facilitaba que se la metiera, así que la lleve hasta la pared y la recargue ahí inmovilizándola, mi verga se atoro en su introito y empuje, entro sin ningún problema, aún estaba toda llena de baba vaginal, entro toda y Esthercita gimió cerrando los ojos, mordió mi labio inferior al sentirse empalada, sentí muy rico su rajita, ya me estaba arrepintiendo de ir a visitar a las otras, moví mi cadera y ella abrió la boca liberando mi labio y gimo recargándose en mi hombro, sus gemidos me enloquecían, tenía una voz hermosa que al quejarse de mi cogida parecía un canto de ángeles, aceleré mi cogida y ella gimió más, la sujetaba firmemente de sus nalgas y mi cadera parecía una máquina de engranes acelerándose cada vez más, sentí su infantil orgasmo mojando toda mi verga y como se aflojo un poquito, me miro a los ojos sonriendo de felicidad, me besó y se volvió a separar de mí. ‐ ¿Si vamos a ir con mamá o nos quedamos? ‐ Vamos Me estaba gustando la cogida mucho, pero me calmé y recordé que también quería cogerme a Rita y no se diga a Claudita que seguramente estaría toda baboseada por su mamá. ...
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