1. Una tarde inimaginable con una cliente madurita


    Fecha: 05/11/2017, Categorías: Sexo con Maduras Autor: passionn13, Fuente: SexoSinTabues

    ... comenzaba a suspirar y gemir mientras yo sentía como sus manos agarraban mi nuca y empujaba mi cabeza buscando tener más contacto con su ya caliente vulva. No tardo mucho en dejar sentir sus primeros espasmos y entre quejidos y suspiros lleno mi boca de los jugos que manaban de su gruta cuando su orgasmo dejaba saber que ya había sido complacida por mi lengua. Sin darle chance a descansar la hago levantarse de la silla y abriendo mi pantalón dejo salir mi verga y la hago arrodillarse delante mío y sin más ella enseguida se la trago completa y sentí como sus labios tocaban mis bolas; asi paso largo rato dándome una rica y exquisita mamada como solo una madura caliente sabe darla para complacer a su macho. Siguió hasta que le hice saber ya me venía y sin inmutarse siguió con mi verga en su boca haciéndome saber que recibiría mi leche y así la deje ir completa hasta sentir que ya no salían mas mocos y que no dejo perder nada pues cuando la soltó, salió limpia y en su boca no habían rastros de lo que había recibido. Siguió en el piso y la estuvo acariciando un poco hasta que me la ...
    ... puso dura de nuevo y levantando su vestido me dejaba saber cuál sería su siguiente movimiento y se fue montando sobre mis piernas. yo le ayude abriéndola y dejando que se sentara sobre mi verga que se fue dejando tragar de esa concha que parecía estar hambrienta pues la tragaba hasta llegar a mis bolas; y yo sin perder tiempo abrí su escote y enseguida comencé a darle una rica mamada en esos ricos pechos que se lucia pues eran pequeños de tamaño pero con unos pezones como puntas de lanzas esperando ser complacidos. Pasamos largo rato en esa pose ella meneándose como toda una ninfa del placer sobre mi verga y yo dándole lengua y mamando sus pechos hasta que sus gemidos y suspiros me hicieron saber tenía un nuevo orgasmo y yo la seguí descargando una nueva ración de mi leche dentro de su útero. Ella quedo fascinada de lo vivido y dándome gracias de tan divina complacida recibida me dejaba probar sus labios por primera vez y me dejo saber lo dulce y juguetona que era su lengua cuando era complacida y me hacía saber que tenía muchísimo tiempo que no era complacida de manera tan intensa. 
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