Albañiles en celo con la ejecutiva
Fecha: 05/11/2017,
Categorías:
Fantasías Eróticas
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... para atrás. Después empezó a gritar como animal cogiendo, y los demás seguían murmurando algo que no podía escuchar. El hombre gordo y calvo quito al chaparro y se paro en frente de mi, yo pense que quería que se la chupara, pero me dijo : Chúpame los huevos perra.
Se puso mi cabeza entre las piernas y empece a chuparle y sobarle los huevos con mi lengua, tenia un olor muy feo y fuerte a sexo, pero la sus huevos se sentían calientes y carnosos, eran muy grandes y su pene era muy chico y delgado, tanto que comencé a excitarme y ya no tenían que obligarme a hacer lo que ellos querían.
El que no parecía albañil, el flaco y el moreno, también desnudos me tomaron de las manos y casi arrastrándome me tiraron en una vieja cama de hierro que había en el cuarto, me abrieron de piernas y de brazos, y me ataron a la cama.
Entre ellos decían que yo ya no ponía resistencia que me encantaba, y tenían razón, estaba empapada de lubricante y toda excitada. Se treparon a la cama los tres y comenzaron a jalarse el pene, el flaco tenia un pene muy grandote y grueso, y el que no parecía albañil lo tenia de tamaño y grosor mediano, parecían honguitos rosas, estaban bien calientes y erectos.
Podía ver en sus caras un gesto de placer, poco a poco comenzaron a eyacularse en mi, estaba bañada en semen, el olor a semen y a sexo era muy fuerte. Me excitaba lo caliente del semen, y me excitaba mas como se iba escurriendo desde los pezones a los pechos, las piernas, el vientre y como iba ...
... corriéndose hacia mi vagina, donde lo sentía caliente.
Después con sus manos comenzaron a manosearme y a embarrarme todo el cuerpo con el semen. Me tocaban las tetas, la cintura, las caderas, el culito y la vagina. Se veían un poco cansados, y se levantaron de la cama.
Se acerco el trigueño, me tomo del cuello y comenzó a besarme salvajemente, en la boca, el cuello, y comenzó a bajar lentamente por las tetas, los pezones, mi cintura, el monte de Venus, hasta que llego a mi clítoris.
Comenzó a chuparme y acariciarme, en la habitación se percibía un fuerte olor a mi sexo, lo cual los excitaba mas, parecía una orgía de animales en celo. Yo pude percibir otro olor a su sexo, era fuerte y al mismo tiempo ácido, una combinación de olor a leche caliente, con sudor, con sexo, y lubricante. Sentía cada vez mas calor, comencé a gemir de placer y uno de ellos me dijo : Esto te gusta eres una zorra.
Sin darme cuenta comencé a pedir mas, me chupaba cada vez mas fuerte, mas intensamente, pero a la misma vez gentilmente. Con los labios absorbía mi clítoris y con la lengua lo masageaba. Mis gemidos eran cada vez mas fuertes que decidieron taparme la boca. Sentí desesperación y quise escaparme.
De repente sentí que unas manos grandes, pesadas y muy rasposas, me manoseaban el culo, y sentí que me metían en la vagina unos dedotes. Hacían un movimiento que comenzó a excitarme, el calor de esos dedos y la forma en que me tocaban hizo que me mojara aun mas. Cerré los ojos y quise gritar, ...