Miriam en llamas - Relatos Eróticos

Miriam en llamas

... te dejo que hagas conmigo lo que se te antoje…” Susurró con su sedosa voz.Me ordenó desnudarme y luego me llevó hasta una camilla. Allí me hizo tumbar boca arriba y comenzó a lamer y a chupar mi verga erecta,Lo hacía tan bien, que yo me oía resoplar, bufar y me ahogaba de placer.Levanté mi vista, para ver sus sensuales labios rojos comiéndose mi pija.De repente la sacó de su lasciva boca y me advirtió que me preparara para ser enculado. Afirmé mis pies a los bordes de la camilla y esperé.Miriam se inclinó otra vez y comenzó a lamer mi estrecha puerta trasera, lubricándola con su sedosa lengua, preparando mi ojete para una buena cogida anal…Me metió un dedo con saliva y enseguida otro más; de a poco fue dilatando mi ano para no hacerme daño y provocarme solo placer…Cuando mi ano estuvo bien dilatado, Miriam se incorporó, me miró directo a los ojos y dio un buen empellón hacia adelante, haciéndome sentir que la mitad de esa verga de silicona entraba en el interior de mi cuerpo.Miriam puso mis tobillos sobre sus redondeados hombros y volvió a empujar; esta vez logrando meterme esa cosa hasta el fondo de mi culo.Abrí la boca para gritar, pero el dolor me lo impidió. Enseguida esa perra lasciva comenzó a bombearme el culo con un buen ritmo y entonces la dolorosa fricción inicial se convirtió pronto en una llamarada de placer.El mete y saca era violento; me provocaba ardor, pero al mismo tiempo, unas tremendas ansias de que eso no terminara nunca.La muy turra se movía hacia ...

... adelante y atrás mientras sonreía, viéndome retorcerme de placer. Una de sus manos me sostenía las caderas, guiando el ritmo de bombeo y la penetración. Su otra mano agarró con firmeza mi verga endurecida y comenzó a hacerme una paja brutal, que me dejó loco.Cuando mi pija comenzó a descargar semen sobre mi vientre, grité a todo pulmón y mi espalda se arqueó hacia arriba.Miriam la soltó y sus dedos se deslizaron juntando mi leche caliente.Dejó de cogerme y se metió los dedos en la boca, saboreando mi semen.Muy despacio sacó la verga de silicona y pude sentir cómo había quedado dilatado mi canal rectal. Miriam me hizo levantar, a pesar de que sentía que mis piernas no me sostenían. El culo me ardía, pero me encantaba…Miriam se inclinó por la cintura y apoyó sus manos sobre la misma camilla. Susurró muy bajo que ahora podía hacer lo que yo quisiera con ella; pero al mismo tiempo, me pidió que le rompiera el culo sin demostrarle piedad…La sujeté con firmeza por sus redondeadas caderas y de un solo embate le metí mi verga entera por el culo. Miriam resopló y dejó escapar un agudo aullido de dolor; pero enseguida me pidió que no me detuviera ni se la sacara. Me tomé unos segundos para disfrutar esa estrechez que tenía ese hermoso culo y entonces comencé a empujar y a retirarme, haciendo que esa mujer gimiera de placer y me pidiera a gritos que le partiera en cuatro…Me dediqué a mi propio placer, mientras ella gemía entrecortadamente. Su culo me volvía loco. Se lo bombeaba con todo y a ...