1. La cuñada


    Fecha: 01/06/2021, Categorías: Gays Autor: david555, Fuente: CuentoRelatos

    ... casa hasta Coyoacán porque su nivel de borrachera era alto y podían pararlo, pero claramente yo quería ver a su esposa otra vez porque, lo poco que recordaba de ella, era que tenía unas nalgas como para morderlas.
    
    Llegamos a casa de Rafa, previo a esto, él avisó que llegaría conmigo. El portón estaba abierto y llegamos a un patio grande de una casa que parecía una pequeña vecindad, sin embargo era la casa de los suegros de Rafa y en cada departamento vivian cada una de sus cuñadas, ayude a Rafael a salir de mi carro, caminamos a su departamento en la primera planta y me invitó a pasar a su sala, salude y tres chicas voltearon en el sillón principal, estaban viendo una película y Bertha (esposa de Rafa) corrió a la puerta a saludarme.
    
    -Ya disculpa contador que te esté embromando este carbón, ¿Te ofrezco un café o un tecito?
    
    Bertha camino a mí con sus preciosas piernas weras, con un short muy corto que solo cubría su exuberante trasero paradito, con una blusita sport de tirantes. Me saludó de beso en la mejilla, percibí ese aroma a recién bañada e incluso el cabello aun lo tenía mojado, pronto una erección comenzaba a gestarse y elegí salir de esa casa.
    
    -Espérate contador, déjame presentarte a mis cuñadas, además ya mi esposa te ofreció un cafecito, no me la vas a desairar. –Lo que le quiero hacer es… (Pensé)
    
    -Gracias rafa, perdóname es que ya se me hace tarde, pero como dices, ya tu esposa me ofreció un café… pero nada más me lo tomo y me voy.
    
    Me llevó hasta ...
    ... el centro de la sala, primero me presento a Martha, una chica de 30 años con el mismo trasero que su esposa pero un poco más morenita y con los dientes desalineados, cortésmente la saludé y luego se paró frente a mí la pequeña Julia.
    
    En efecto, una mujer preciosa de buenas nalgas, piel blanca como su esposa y el cabello teñido de azul claro, unos lentes de hipster y braquetes de colores, me saludo y me pego sus pequeñas tetas al cuerpo, su olor era similar al de su hermana y también tenía el cabello un tanto húmedo, me dio un pequeño beso en la comisura de mis labios mirándome con esos ojitos de perversa.
    
    -Que gusto David, mi cuñadito siempre me platica de ti.
    
    -¿Verdad que si? –La voz de Bertha se escuchaba desde la cocina mientras me traía una taza de café en un plato.
    
    Nuevamente sentí que mi verga comenzaba a vibrar, tuve que sentarme (sin albur) en el sillón para ocultar mi emoción, no sabía en qué momento Bertha recorrió los tirantes de su blusa, pero el escote en sus tetas era más grande que cuando llegué, se sentó a mi lado izquierdo y puso el café en la mesita de centro, tardo como cuatro segundos en colocarlo y esos cuatro segundos fueron el detonante maestro cuando me paró, a unos escasos 50 centímetros de mi cara, esas nalgas angelicales y redonditas.
    
    La morenita se sentó en otro sillón y en el principal estábamos ordenados: Julia, yo, Bertha y Rafael mirando el final de la película. Cada que tenía ocasión, Berta agarraba mi pierna para reírse de algo ...
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