1. Camioneros: olor a macho. Parte 1.


    Fecha: 06/11/2017, Categorías: Gays Autor: asdfgh29, Fuente: SexoSinTabues

    ... eso es. , cómetela toda. , dale lengua a tope. , si la mojas te entrará mejor. , yo te voy a preparar el culito. Diciendo esto se inclinó sobre mi espalda y me abrió las nalgas mientras yo le hacía una profunda mamada, mi barbilla chocaba con sus testículos cuya piel se había estirado y estaban gordos e hinchados, llenándose de jugo masculino a cada momento y los pelos negros y rizados me hacían cosquillas en la nariz. Sus genitales olían suavemente a macho, los pelos estaban duros y rizados, el perfume de sus pelotas era una mezcla de sudor y el gel que había usado. Sentí toda mi boca invadida y con avidez me entregué a mamársela. Me llegaba a la garganta y a veces me dolía un poco, sobre todo por tener que abrir tanto las mandíbulas para recibirlo. Los dedos de Tomás hurgaban en mi culo. Abriendo mucho mi trasero me escupió un salivazo que después restregó por todo el ano con su manaza de camionero, me metía los dedos bien mojados para humedecerme por dentro. Me gustaba mucho esa conquista, mi agujerito se cerraba húmedo sobre los gruesos dedos que entraban y salían causándome un pequeño placer guarro y morboso. Poco a poco consiguió su objetivo, porque al rato yo estaba mucho más flojo y lo dejaba entrar fácilmente a la vez que su polla se había puesto durísima. Entonces me hizo girar para que le ofreciera el culo y me apartó las piernas metiéndose entre ellas, agaché el pecho y la cabeza por instinto y levanté mucho el culo, él metió su almohada debajo de mi polla y me ...
    ... quedé apoyado en ella con el trasero respingón bien alto y preparado. Miraba hacia atrás avergonzado y caliente por exhibir así mi intimidad trasera ante un tío casi desconocido. Me imaginaba el cuadro que se veía desde atrás y me excitaba cantidad pensar en mi culo, redondo, tan inocentes, entregadas a un ejemplar poderoso de macho para que hiciera lo que quisiera con ellas. Se concentró en su tarea y me apretó la cabeza ensalivada de la polla contra la puerta. Con sus rodillas me obligó a abrir más aún las piernas. Mi postura era incómoda y humillante, cerré los ojos. Empujó y sentí claramente cómo se abría el anillo, más y más, tenía la polla mojada y comenzó a entrar ensanchando mi agujero. Hasta que de golpe pasó todo el glande y mi ano se cerrró dolorosamente alrededor de su pollon. Grité. +Aaaaayyyy!!! -Shh. , calla. , tranquilo. +. pero. , es que es muy grande!. me duele. ayyy! -¡Cállate! Que nos van a oir de los otros camiones. , ya te entró toda la cabeza. , ahora me quedaré quieto un momento. , así. , ¿mejor? +. ay. ay. sí un poco. ay. -¡Dios, qué maricona has resultado! ¡Aguanta como un hombre que sólo te he metido la punta del capullo! ¡A ver si voy a tener que darte par de ostias! +. no. no me pegues. -Vale, cállate ya. , y abre el culito. – diciendo esto se puso a empujar como un animal perforándome. No sé cómo explicar lo que sentí entonces, más que dolor era el sentimiento de impotencia ante esa intrusión, ya podía yo apretar el culo todo lo que quisiera, pero ...
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