1. Camioneros: olor a macho. Parte 1.


    Fecha: 06/11/2017, Categorías: Gays Autor: asdfgh29, Fuente: SexoSinTabues

    ... -Sólo pasar la mano una vez. +. no te pases. -No te haré nada que tú no quieras. Joder!. estoy muy caliente ya niño!. termina eso y vámonos. Di el último bocado a mi postre y Tomás se levantó y fue a comprar dos yogures para llevar, no sabía si se había quedado con hambre o qué. Salimos, pero antes fuimos a mear a los lavabos. Había un hombre mayor que ya había visto en el restaurante, con las piernas abiertas y una mano en la cadera aliviándose en una punta y un camionero enorme, joven y rubio meando en la otra. Tomás y yo nos pusimos al centro de la hilera de urinarios, juntos. Nos miramos de reojo las pollas hinchadas que al mear fueron bajando de tamaño. Tomás echaba un chorro grueso y potente que espumaba al caer en la loza, el mío era más fino y largo y golpeaba con fuerza contra la pared de enfrente. Tomás se la cogió y apuntó al centro del desagüe produciendo mucha espuma y un ruido bastante fuerte en el silencio del cuarto. El otro camionero giró la cabeza y nos miró, yo seguía meando con la vista fija en la pared y lo veía por el rabillo del ojo, pero Toni le devolvió la mirada y lo saludó. Se conocían. El rubio debía tener la vejiga muy llena de cerveza porque no paraba de soltar un chorro tan ruidoso como el de Tomás. El tío maduro se fue abrochándose la bragueta y los camioneros se pusieron a hablar sobre recorridos, itinerarios y cargas, al final en medio de una frase el rubio soltó un pedo sonoro y largo. Se rieron sin dejar de hablar. Yo terminé y me aparté ...
    ... un poco, los miraba desde atrás con los pantalones medio bajados, al rubio le asomaba un slip blanco por la cintura, rodeando una nalgas redondas y grandes. Estuvieron sacudiéndose las pollas un rato largo, parecía que se masturbaban. Al final se giraron y me enseñaron la polla antes de guardarlas en sus respectivos slips. Bueno no es que me las enseñaran a mí, sino que seguían hablando como si tal cosa mirándose a los ojos pero con las pollas en la mano, muy machos ellos. El rubio tenía un aparato más enorme que el de Tomás lo que ya es decir bastante. Se pasó la mano por el capullo. Le subió la piel y luego se la acomodó como pudo dentro del pantalón. Se acercaron a mí y Tomás me lo presentó. -David. , este es Diego, me acompaña en el viaje. *Encantado de conocerte. - me dijo el rubio tendiéndome la mano. Se la estreché sin dejar de pensar que venía directa de tocarse la polla. Era cálida y fuerte. Luego saludó a Tomás y se demoraron un rato con las manos unidas mientras se despedían. Me excité mirando a aquellos machorros darse la mano con olor a polla. Nos fuimos hacia el camión. Arrancamos y Tomás condujo hasta el siguiente parador solitario donde aparcamos en la parte más alejada de la carretera. Dejamos las ventanillas abiertas y encendimos la tenue luz de la cabina. Nos sentamos allí. Tomás no esperó nada, me cogió de la cintura con ambas manos y me atrajo hacia él besándome en la boca. Esta vez con verdadero deseo metiéndome la lengua muy adentro. Se la chupé, la ...
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