Servicio de Entrega a Domicilio. - Relatos Eróticos

Servicio de Entrega a Domicilio.

Vivía en un plueblucho que no quedaba muy lejos de la Capital, solo a una hora y media de viaje pero pueblucho a fin de cuentas, en donde no había mucho futuro o por lo menos algo deseable para una jovencita ambisiosa como yo. Por lo que apenas terminé la secundaria me fui a vivir en casa de mi abuela que vive en una comuna de la periferia de la gran Capital, buscando trabajo inmediatamente para poder estudiar algo y poder surgir, también aprender algo más de lo que ya sé de inglés por si se me dá la oportunidad de salir del país. Pronto en un sitio de internet conocí a un chico con intereses afines, nos conocimos en persona, nos gustamos y terminamos siendo novios, pero él no fue del agrado de un tío (hermano de mi mamá) que vive con mi abuela, por lo que entre lo terco y testarudos que somos ambos con mi tío (una questión de familia) nos hacíamos la vida imposible. Optando con mi novio y aprovechando esa oportunidad para ir a vivirnos juntos, ya que ambos teníamos nuestros trabajos e hicimos un esfuerzo para rentar un apartamento, algo pequeño de un solo dormitorio pero era lo que nos alcanzaba y necesitábamos. Ya a mis 19 era una chica independiente de mis padres o cualquier otro familiar, claro que dependiente de mi novio pues arrendábamos a medias y uno no podía sin el otro por ser nuestros salarios relativamente bajos y el costo del alquiler en un edificio en el Centro de la Capital bastante elevado. Si alguno de los dos quedaba sin trabajo debía conseguir otro ...

... rápidamente pues no nos podíamos atrasar con esa cuenta y las otras, pero con eso y todo nos alcanzaba a veces a darnos unos gustos y pedir despacho a domicilio de alguna comida chatarra o internacional (china, mexicana, peruana, etc. ), pues los Delíverys abundan en el Centro. Habiendo un par de ideas que me rondaban en la cabeza, por tener tiempo a solas en nuestro apartamento ya que ambos con mi novio terminamos trabajando en lo mismo, cubriendo distintos turnos en un call-center de emergencias y debíamos alternar en tres turnos de ocho horas con otros dos colegas para cubrir las 24 horas de los 7 días de cada semana. Teniendo una de aquellas ideas relación con mis bubies, las que de chiquita me crecieron más que al promedio de las chicas de mi edad teniendo ya amis 11 un buen par de medios limones y desde ese entonces noté que tanto le llamaban la atención a los hombres mis bellos senos, estos que a los 14 ya estaban totalmente desarrollados siendo copa C a esas alturas de mi vida y notaba más evidentemente las indiscretas miradas de los hombres a ellos. De ahí en adelante no han crecido tanto más, solo que cuando engordo ellos se llevan casi la mitad del aumento de mi grasa corporal y viéndose como copa E en mi cuerpo de 1. 55 de altura, pero me he acostumbrado a ellas y hasta me gusta que me miren en la calle, llegando a usar atrevidos escotes en verano riéndome de las estúpidas miradas e imaginando que voy en topless caminando por la acera con mis tetas balanceándose para lado ...