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Así empecé
Fecha: 11/06/2021, Categorías: Confesiones Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
Desde que estaba en sexto de primaria, con escasos 12 años, mi cuerpo se desarrollo mas rápido que las demás niñas de mi edad, lo que ocasionaba que los maestros y mis amigos me miraran con cierta lujuria ya que mis pechos y mis paradas nalguitas eran el centro de atención de todos ellos, cuando salíamos a deportes y usaba short, podía sentir la mirada de mis compañeros y del mismo profesor en mis piernas, en mis nalgas y en mis pechos, que aunque no muy grandes si lo eran para la edad que yo tenía. Don Armando era el dueño de la papelería del barrio y muchas veces me pedía que le ayudara a acomodar cosas, siempre en el último anaquel para que yo subiera a una pequeña escalera y él desde abajo me pasara las cosas que acomodaría, aunque la verdad lo hacía para verme los calzones y aspirar el olor de mi colita. Cuando pasé a secundaria mis pechos habían crecido más y un maestro de deportes que estaba bien guapo me dio la primera mamada de tetas en la bodega del material deportivo, él nunca supo que si me hubiera pedido las nalgas yo se las habría dado, a pesar de todo yo seguía virgen, nadie me la había metido aún a pesar de ser súper caliente. A la edad de 17 años y ya estudiando en preparatoria rompí un vidrio y lo tendría que pagar, era mucho dinero y no quería que mis padres lo supieran así que recurrí a Don Armando. -Don Armando podía prestarme 200 pesos, por favor…me urgen….si?- Él se quedo pensativo y mirándome fijamente me dijo -¡No te los voy a ...
... prestar…te los voy a regalar pero con una condición¡- Al momento me imagine lo que me pediría ya que el muy malvado siempre me chuleaba mis tetas o mis nalguitas diciendo que algún día serían suyas, que desde niña yo estaba bien rica. -¿Cuál condición?- pregunte yo a la defensiva. -¡Que me prestes tus calzoncitos¡¡- -¡Pero como cree Don Armando¡¡ ¡yo soy una niña decente¡- dije yo confundida por tal petición, - Como quieras, pero esa es la condición-, replico él. -¿Para que los quiere?-, pregunte, pero él no contestó, y después de pensarlo le dije. -Está bien, voy a la casa por unos calzones y se los traigo-, dije resignada -¡No, yo quiero los que tres puestos¡- -¡Pero Don Armando, vengo de la escuela y los traigo muy sudados, además como voy a llegar a la casa sin calzones? -Si quieres el dinero pasa atrás , te quitas los calzones y me los dejas en la mesita que esta ahí- -¿Pero me los va a devolver verdad?, ¿no se los va a enseñar a nadie? Yo venía de la escuela con mi uniforme el cual era de falda por lo que no batalle para quitarme los calzones y dejárselos en la mesita quedando de pasar por ellos en la tarde, salí de ahí con el dinero pero sin calzones. Mas tarde regrese por mis calzones y él me hizo pasar a la parte de atrás donde estaban mis calzoncitos rositas, cuando los tomé sentí que estaban húmedos y al verlos bien pude ver que estaban llenos de semen, y le pregunte sobre aquello y él muy cínico dijo. -¡Primero los olí y me ...