1. La acampada de las maravillas


    Fecha: 08/11/2017, Categorías: Sexo en Grupo Autor: MIKE25, Fuente: CuentoRelatos

    ... rinconcito como si quisiera aprender cada curva de aquellos dos bellísimos cuerpos mientras nos caía el agua que les daba a sus cuerpos una textura más alucinante.
    
    El cuerpo de la chica borracha era precioso, tenía unas curvas alucinantes, unos pechos bastante grandecitos pero firmes, con unos pezones grandes con un color que parecían de caramelo, (lo cual comprobé) un trasero firme y grandecito y un conejo que quitaba el hipo a cualquiera.
    
    El cuerpo de mi chica más bello aún, unos pechos algo más pequeños, firmes con unos pezones de lujo, una cintura de muñeca, un trasero firme y prieto, unos muslos de cine y como no, un conejo que era la puerta del paraíso.
    
    Después de memorizar sus dos preciosos cuerpos de 22 y 23 años corte el agua, cogí el gel de baño, las puse juntas de espaldas a mí y sólo asomaba entre las dos mi rabo y les dije:
    
    ― Os voy a enjabonar como nadie lo hace, a ver que sois capaces de hacerme vosotras.
    
    Y con mis manos bien llenas de gel las pasaba por sus pechos delicadamente, subía y bajaba hasta llegar a sus conejos, mientras ellas cada una con una mano me masturbaban y después les aclaré sus cuerpos con agua.
    
    Así estuvimos un buen rato restregándonos los cuerpos hasta que no pude más las coloque de cara a mí, dispuesto a que mi rabo saboreara las mieles de sus conejos, tan dispuestos a todo.
    
    La primera fue mi chica, claro está ya que era la que más me atraía, le alce una pierna colocándola por mi cintura, empecé a pasarle mi ...
    ... rabo por su conejo sin llegar a penetrarla sólo a restregarlo, hasta que vi que ella no se aguantaba más y quería que lo hiciera, puse la punta de mi rabo en las puertas de su conejo y muy suavemente le introduje sólo una parte y ella soltó un pequeño gemido como de alivio, volcó la cabeza hacia atrás y cerro un poco los ojos, yo volví a abrir el agua muy poco, sólo un pequeño hilo de refrescante agua.
    
    Luego se la fui metiendo poco a poco y por cada trozo ella respondía y exclamaba:
    
    ― Aaahh aaaaahhh
    
    Por último cuando sólo me faltaba un trozo le propine una fuerte embestida que termino de clavarle todo hasta llegar hasta el fondo.
    
    ― Aaaahh, dios mío, aaah, ufffss.
    
    De ahí pase a moverme bastante rápido y ella me besaba y no paraba de mover los brazos muy agitadamente, estaba tan alterada que llegó a un orgasmo rápidamente y se le ilumino la cara quedando en un estado que parecía que estaba en el limbo, le susurre que se fuera a la habitación que ya mismo iría.
    
    A su amiga no la trate con tanta dulzura, la coloque en la misma posición pero con la borrachera no pasaba de reír y me dio coraje.
    
    En cuanto le metí la punta y la tuve bien agarrada le pegue un gran y fuerte empujón metiéndosela de una vez y entera, llegando al tope de su cueva, no se quejó al instante pero a los pocos segundos dio un grito:
    
    ― Joder!!! Aaaahhhh diosss uffffsss.
    
    Estaba completamente dentro y yo no paraba de seguir empujándole más y más.
    
    ― Aaahhh, aaaahh, sácamela, sácamela, ...
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