1. Moni


    Fecha: 23/06/2021, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... espalda, me bajé la bragueta y liberé mi polla de los gallumbos. Estaba al rojo y muy sensible. Afortunadamente Mónica estaba muy dicharachera, es más era como una cotorra, pues no callaba, pero debía estar encantada pues a veces nuestras charlas eran de a ver quién habla más y hoy ella realizaba un monólogo. Cuando ya todo estaba listo cogió unas galletas del armario y cuando las traía a la mesa se le cayeron por el suelo. Intenté levantarme pero al hacerlo, mi polla desnuda chocó con la mesa bajo el mantel y profiriendo un quejido me senté.
    
    ¿Qué pasa?- me preguntó.
    
    Nada, que me di un golpe en la rodilla- mientras me acariciaba la rodilla con una mano con la otra bajo el mantel intentaba meterme la polla dentro del pantalón.
    
    Vaya, una ha caído bajo la mesa-dijo ella.
    
    Aunque había conseguido meter la polla en el pantalón, la cremallera estaba a medio subir y el empalmazo debía ser claramente visible. Ella recogió la galleta en un segundo y no sé si habría visto algo. Se sentó frente a mí y estuvimos un rato hablando mientras comíamos. Luego ojeamos un Cosmopolitan como acostumbrábamos hacer y comentábamos las tonterías y los temas de sexo, para lo que vino a sentarse a mi lado, con lo que su aroma embargó mi olfato. Pasó casi una hora y me preguntó que si me apetecía ir a la playa y le respondí que ya sabía que con ella siempre.
    
    Bien, pero te tengo una sorpresa preparada e iremos donde yo diga- me dijo Tus deseos son órdenes- respondí.
    
    Recogimos y nos ...
    ... fuimos a cambiarnos, ella a su habitación y yo al baño, y mientras entraba en su habitación, pude ver como lo hacía quitándose el camisón, con lo que su espalda, su culo y sus piernas se ofrecieron a mí desnudos en todo su esplendor, mientras la puerta se arrimaba y no se cerraba del todo. Pude ver cómo se agachaba al pie de su cama a coger unas chanclas y la observé de perfil mientras escogía los bikinis. Era sencillamente deliciosa y el deseo se apoderaba de mí por momentos. Me imaginé entrando, cogiéndola en mis brazos y fundiéndose nuestros labios en acalorados y apasionados besos mientras nuestras lenguas combatían en húmeda batalla, y entregándonos a mil y un juegos amorosos que tanto nos gustaban a ambos y que yo tan bien sabía por nuestras conversaciones.
    
    Entré en el baño antes de cometer una locura y le grité que tenía calor y que me iba a dar una ducha. Rápidamente me desnudé y cómo no, estaba totalmente empalmado. El agua corría sobre mí, pero no se me bajaba el empalmazo, así que comencé a pajear mi polla pensando en todo lo que había visto, e imaginando el sabor de sus labios en los míos...
    
    Voy a peinarme-dijo mientras entraba.
    
    Se me había olvidado cerrar la puerta y apenas si tuve reflejos para ponerme de espaldas a ella, pues las mamparas de la ducha eran casi transparentes.
    
    Ja,ja,ja, ¿tienes miedo que te vea?- me preguntó.
    
    Igual te asustabas si me vieras ahora- le respondí fastidiado. Estaba claro que no era momento de acabar lo que había ...
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