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Oda a L
Fecha: 30/06/2021, Categorías: Confesiones Autor: FilosofoAullado, Fuente: CuentoRelatos
Pronuncio tu nombre en voz baja, los fonemas se mezclan, los silencios se mecen, las letras son caramelos en la lengua, tu nombre que es tantra, Veda, palabra sagrada, abundancia y sabiduría, tótem de suspiros, onomatopeya gozosa. Enjambre de besos, apuesta total, metalenguaje voluptuoso, juego infantil, barbitúrico, tu nombre, curativo y ancestral, ritual de colibríes, quintaesencia del arte, estupor y cobijo, encuentro y laberinto, tu nombre. Crimen y castigo, génesis de tentaciones, escultura del caos, inercia hacia la destrucción, tu nombre, mi niña, pequeña tentación, esbozo de vértigo, satélite de amor, tu nombre, laberinto de sonidos, el sueño más pornográfico de mi alma, fragilidad de luciérnaga, voluptuosidad de soles estrellándose contra mis venas. Tu nombre es un rompecabezas de estrellas, fragmentos de sueños de otra vida, el hotel cinco estrellas de mis erecciones, la vida detrás de la vida, el infierno que abrasa todos los falsos paraísos para instaurar el Edén. Y observo tus ojos como un callejón oscuro antes del asesinato, la remembranza insana del apocalipsis, esa paz que es campo minado, que es caos, que es campo Eliseo, fulgor de eternidades rotas y morales caducas, jardín colgante de babilonia, el verso que es verbo, tus ojos, opúsculos de la ebriedad, colibríes que ensueñan laberintos, aporías de la rosa y la orquídea, kamikaze despertar de barrancos. Tus ojos grandes, como lanzas de caníbales, como aquelarres de muertos y suspiros, vitalistas como el ...
... suicidio, lúgubres como el intercambio de almas, campo de maíz, raíz de todo delirio, tus ojos sadenamos, schopenhauerianos, horizónticos, ciélados. Acaso irreversibles, ese río lleno de ninfas, ese canto de sirenas, la evolución creadora, la fenomenología de la belleza. Tus ojos, de chapulín o bruja, poemarios de poetas malditos, pequeños poemas en prosa, colmillos de búfalo, noche encarnada en la poesía. Ese cuarto que es infierno, ese amanecer que es rocío temblando, ese aullido que es erotismo inoculado en la sangre, esa verbena de luciérnagas, tus ojos, desollación completa de los miedos, harikuri de espumas y arrecifes. Tus ojos, amor, que son como lanzarse de un edificio y mientras se va cayendo, rezar para que tanto Dios, como el Diablo, se arrodillen ante la belleza de tus ojos. Y observo tus labios, como oasis en el desierto, campo de trigo, arroyuelo de un cardumen de besos, insolación del pecado, rojo comunismo, el tango argentino en completa ebullición. Tus labios, lienzos para escribir a mordidas toda la poesía del mundo, toda la filosofía nihilista y cínica. Tus labios, mi vida, epistemología de la locura, inflamación del espíritu, juego perpetuo de contradictorios goces. Tus labios y tu boca, como la música o el arte, la contemplación de un sentimiento que lame los huesos, refugio de pecadores, consuelo de los que sufren, tus labios, hermosa, jazmín que ensueña lunas, diamantes que juegan con la muerte. Tus labios, muerte de Otelo, perdición de los Hermanos ...