1. Solo disfrutamos, somos matrimonio muy liberal!!!


    Fecha: 05/07/2021, Categorías: Fetichismo Sexo en Grupo Tabú Autor: franco3286, Fuente: xHamster

    ... quisiera verte en mi posición – le respondió ella y entonces decidí intervenir.- Creo que deberías intentarlo – le dije a ella y añadí – en el balneario Carlos me dio la mejor cogida de mi vida.- No, no lo sé – respondió ella con cierto tono de duda y entonces decidí recurrir a su morbosidad.- Es más, si dejas que Carlos lo intente, Carlos está dispuesto a dejar que le rompa el culito frente a ti… ¿verdad Carlos? – le dije mirando cómo se sorprendía y se separaba ligeramente de ella.- ¿Lo harías por mi? – le preguntó con una sonrisa maliciosa a su esposo.Yo me aproximé a ellos, acaricié el delicioso trasero de Irene y mientras clavaba un par de dedos en su culito le dije – Verdad que lo harías para disfrutar de este estrecho culito, además mi pene no es tan grande y lo podrías disfrutar tanto como tu esposa.La verga de Carlos estaba durísima, signo inequívoco de que la idea de cogerse el culito de su esposa le excitaba al máximo y por lo mismo respondió – Sí, quiero disfrutar de tu culito, mi amor.Una sonrisa de oreja a oreja se dibujó en el rostro de Irene al escuchar la respuesta de su marido. Era evidente que la sola idea de ver a su esposo siendo sodomizado por otro macho le excitaba demasiado, al grado de estar dispuesta a dejar que su culito fuera invadido por el descomunal pene de Carlos. Y a mi la idea me había generado una erección completa por lo cual, sugerí que regresáramos a la cama.- Empínate, mi amor, para que sea más fácil – le dijo Carlos a Irene con la ...
    ... intención de disfrutar por fin del culito de su esposa.- Mi amor, primero quiero ver cómo te estrenan el culito – le respondió Irene besando sus labios y acariciando sus vigorosas y firmes nalgas.Por unos momentos Carlos pareció arrepentirse, así que me acerqué y lo abracé por la espalda y mordisqueándole una oreja le dije – No te preocupes, seré cuidadoso – y enseguida le pedí que se arrodillara al borde de la cama y que apoyara su rostro en una almohada para que quedara empinadito.El panorama era delicioso, ese hombre exhibía en todo lo alto sus nalgas musculosas y bien formadas, y justo en el centro un hermoso y virginal agujerito, que se contraía ligeramente como si presagiara lo invasión que se avecinaba. Yo comencé a acariciar las nalgas de aquel macho, palmeándolas fuerte hasta ponerla ligeramente sonrosadas. Enseguida derramé una cantidad abundante de lubricante en el culito y comencé a pasar mis dedos alrededor del virginal agujerito. Carlos daba algunos gemidos de placer al sentir aquella caricia pero los mismos se ahogaban en la almohada que estaba contra su rostro. Por su parte Irene estaba sentada a su lado y acariciaba las nalguitas, los muslos y el pene su esposo, ella sabía perfectamente lo que le esperaba a su maridito y parecía disfrutarlo con anticipación.- ¡¡¡Ahhhh!!! – gimió Carlos al sentir como le clavaba el dedo medio en su culito y quizás un poco sorprendido por la facilidad con la que había entrado en su agujerito gracias al lubricante.- Relájate, prometo ...
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