Marta descurbre su lujuria con un pastor
Fecha: 05/07/2021,
Categorías:
Infidelidad
Autor: AMorboso, Fuente: CuentoRelatos
... doblaba.
Marta pronto estalló en un orgasmo que anunció con fuertes gemidos y gritos que llevaron a Santi al punto de placer sin retorno.
-MMMMMMMMMM. AAAAAAAHHHHHHH ¡Me corro! ¡Sigue con tu dedo en mi culo!
-Siii, AAAAAAAHHHHH. Yo también me corrooooo. –Dijo Santi incorporándose para presionarla contra él con una mano en la espalda y otra en el culo que la obligaba a clavarse más profundo, mientras movía sus caderas con un temblor compulsivo para frotar más su clítoris contra él.
Cuando Santi se recuperó, sin haberla sacado siquiera, salió con ella en brazos y se recostaron sobre la hierba para secarse con los primeros rayos del sol que ya había salido.
Una vez limpios, volvieron al campamento.
Santi volvió a sus tareas, después de explicar a Marta lo que tenía que hacer para curar y atender al herido. A media mañana volvió por el campamento y, aprovechando que el novio no los veía, la estuvo besando y acariciando.
-Ve a al manantial y espérame allí. Iré enseguida.
-Pero…
-Shisst. Ve allí y espérame. –Le dijo marchando en dirección contraria después de interesarse por el herido.
Volvieron a coincidir en el manantial, donde la abrazó y acarició de nuevo mientras le quitaba el pantaloncito.
-No por favor, no me la metas. No estoy acostumbrada a tanto sexo ni a una polla tan grande y estoy muy irritada.
El siguió acariciándola al tiempo que la forzaba suavemente a recostarse sobre la hierba. Arrodillado a su lado, besaba sus labios, su ...
... cuello, sus pechos, lamía y chupaba sus pezones mientras con su mano entre sus piernas abiertas, seguía acariciando su ano. Fue bajando hasta su clítoris, mientras seguía presionando su ano con un dedo y metía otro en su coño.
Ella empezó a gemir y gritar.
-MMMMMM. SIIIIII. AAAAAAHHHHH. ¿Qué me haces? Oooohhhh. Nunca me habían hecho algo así. AAAAAAAHHHHHHH ¡Qué gusto!
Santi, incansable atacaba por todos los lados mientras ella gemía y gritaba más y más.
-Siii. ¡No pares! ¡Me corroooo! –Fueron las palabras que repitió tres veces antes de decirle que parase porque ya no podía más.
Santi se recostó a su lado, mirándola. Luego de un rato para recuperarse, ella le dijo:
-Gracias. He disfrutado más en estos dos días que desde que perdí mi virginidad.
-Eres preciosa. Todo es poco para ti.
-Pero tú todavía no te has corrido. –Dijo viendo la tienda de campaña que tenía montada en su entrepierna.
-Es igual, no te preocupes.
-Pero a mí no me gusta dejarte así. ¿Quieres que te haga una paja?
-Mejor una mamada.
-No lo he hecho nunca. Me da un poco de asco.
-Bueno, pues déjalo, no pasa nada.
Después de un momento de silencio, ella se incorporó, bajó su traje de baño, dejando su enhiesta polla libre y empezó a besarla y darle suaves golpecitos con la lengua.
-Ayúdame. Dime que tengo que hacer para que disfrutes más.
Santi fue dirigiendo sus acciones, demostrando ella que era buena en el aprendizaje, que incluso superó las indicaciones del ...