Rica mañana mojada de placer y locura
Fecha: 13/07/2021,
Categorías:
Erotismo y Amor
Autor: 'Ojos Verdes', Fuente: CuentoRelatos
Aranisse:
Cuando abrí los ojos él me estaba mirando de arriba abajo y me di cuenta de que estaba desnuda. Se acercó a mí y me besó, acarició mí cabello y mordió lentamente mí cuello. Me excitó.
— Mira como tengo la verga de grande por ti. Me dijo.
— Que rico amor pero ¿Por qué estoy atada? Sabes que soy tuya. Él sonrió.
— Le haremos un vídeo al idiota de tu esposo para que vea quien te hace gemir, quien de verdad te llena de placer para que le quede claro a quien le perteneces. Me asustó bastante, pero me excitaron sus palabras.
Dante:
Son las 6:00 am y no puedo dejar de verla ¡Maldición! ¡es tan hermosa! Será que sigo soñando... Desperté ya hace un rato y solo puedo pensar en que por fin está conmigo, no quiero que pase él tiempo, quiero que se quede aquí para siempre. Le haré él desayuno... No. ¡Mejor me la follo! No desperdiciaré ni un minuto de su compañía. Lentamente le quité la sábana que cubre su hermoso cuerpo, enseguida se me pone bien dura, me gusta recordar su carita de inocente mamando bien rico mí verga. ¡Qué ganas de follármela ahora! es tan excitante verla durmiendo, tan indefensa. Me levanto y tomo unas corbatas del cajón, suavemente comienzo a atarla a las esquinas de la cama, ¿Acaso está muerta? ¡Vaya sueño tan profundo! Sigo observándola de pie frente a la cama y comienza a despertar, lentamente abre sus bellos ojos verdes, yo como idiota la recorro con la vista devorándola con la mirada. La voy a hacer mía hasta perder la ...
... razón.
Aranisse:
Ahí estaba yo un poco confundida, atada de pies y manos toda desnuda, con la adrenalina corriendo por mis venas pero sabía lo que pasaría y ya quería que comenzará a poseerme.
Se acercó a mí y comenzo a recorrer mi piel con las yemas de los dedos, acaricio suavemente mi cara y toco mis labios, bajaba con sus manos por mi cuello, mis hombros y mis brazos, lamia cada uno de los dedos de mis manos y los succionaba de forma lasciva. Sus manos se encontraron con mis senos que acarició sutilmente, sus labios jugaban con mis pezones que ya estaban muy duros, sentía su saliva escurrir y enseguida una sensación fría causada por su suave aliento sobre mi piel, enseguida un delicioso dolor al sentir uno de mis pezones aprisionado entre sus dientes, no pude evitar soltar un gemido. Sus manos siguieron delineando mi cuerpo bajando por mi cintura, puso un beso en mi ombligo y lo penetro con la lengua, acaricio mi cadera, me tomo de las nalgas deslizó sus manos hasta mis piernas y las abría dejando mi sexo expuesto a él, yo estaba gimiendo y muy agitada nadie me había tocado así nunca, me estaba volviendo loca, me ahogaba en éxtasis. Sus dedos apenas tocaron mí sexo, él los deslizaba suavemente por mis labios vaginales.
—¡Clávame esa verga! ¡métemela toda! Le suplicaba.
Él me veía sin decir nada, con su cara de niño bueno y esa morbosa mirada, disfrutaba jugar conmigo ponía su dedo índice en sus labios haciendo él ademán de que me quedara callada. Él seguía con su juego de ...