1. Un albañil visto desde la terraza


    Fecha: 19/07/2021, Categorías: Sexo con Maduras Primera Vez Hardcore, Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster

    En esa época todavía vivíamos en Villa Urquiza. Ese verano el calor había sido casi insoportable.Una tarde estaba en la azotea colgando ropa recién lavada, cuando presentí que alguien me estaba mirando.Giré la cabeza y hacia atrás pude ver a unos albañiles que estaban trabajando en una obra en construcción, al lado de nuestra casa. Eran tres hombres que estaban almorzando, mientras no me quitaban la mirada de encima.Entonces recordé que había subido a la terraza vestida solo con una camiseta de algodón muy corta, que apenas tapaba mi tanga.Uno de los tres hombres me llamó la atención: era un tipo muy corpulento, con un enorme torso cubierto por una camiseta musculosa, que se veía amarillenta por el sudor.El hombre notó que lo estaba mirando a él y sonrió mientras me guiñaba un ojo. Al mismo tiempo se agarró la entrepierna con una de sus sucias manos.Regresé corriendo por la escalera, mientras escuchaba las risotadas de esos hombres...Durante el resto de la tarde estuve pensando en lo que había sucedido. Estaba sola por unos días; ya que Víctor había tenido que viajar al interior por negocios.Por la noche al acostarme, seguía pensando en ese hombre y lo que tendría dentro de sus pantalones. Noté que se me humedecía la concha y entonces hundí un par de dedos para calmar ese fuego que me quemaba por dentro...Un par de días después volví a colgar ropa. Los albañiles otra vez estaban allí al lado. Esta vez me recibieron con silbidos y algunas groserías que, naturalmente, ...
    ... ignoré haciéndome la desentendida.Mientras esos tipos ordinarios gritaban y reían, comencé a notar cierta humedad entre mis piernas y mis pezones se pusieron duros a través de mi camiseta. Comencé a transpirar por la excitación y apenas terminé con la ropa, volví a bajar casi corriendo.Esta vez entré directamente al baño y me quité la pollera de jean. También desprendí la tanga empapada y me masturbé mientras pensaba en esos tipos tan desagradables, pero tan viriles...Tuve que darme una ducha fría para terminar de quitarme la calentura que invadía mi cuerpo. La tremenda paja que me había hecho no alcanzaba para relajarme.Un rato después sonó el timbre de la puerta de calle. Al atender, me encontré de frente con ese albañil gigantesco; el mismo que se había tocado el bulto un par de días atrás mientras me miraba…El tipo me recorrió de arriba abajo con su torva mirada y me pidió un vaso de agua para refrescarse. Le dije que esperara allí. Me dirigí a la cocina y recién entonces me di cuenta que solo llevaba una camiseta larga que apenas me cubría la cola y una diminuta tanga de algodón.Para peor, mis pezones volvieron a endurecerse como piedra, intentando escapar de aquel pedazo de tela liviana que intentaba retenerlos...Llené un vaso de agua fría y, al girar, me encontré a ese hombre detrás de mí. Le ofrecí el vaso, pero él agarró una de mis tetas con su enorme mano.Intenté resistirme, pero noté que el agua se volcaba manchando toda la camiseta, dejando traslucir mis pezones ...
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