1. Obligo a mi novia a tragar su eyaculación


    Fecha: 11/11/2017, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    Llevaba ya algún tiempo deseoso de una experiencia dominante, de sentirme el amo de mi novia y de hacerla sentir a ella como la puta más grande de la ciudad. Ella, una mujer de 1.57 de estatura, enormes tetas y enorme culo, un abdomen algo grande pero no gordo, unos labios super sexys y un cabello de diosa, no era muy gustosa de las practicas sexuales, o al menos no de diario y le gustaba solo lo tradicional, cosas como masturbación, sexo oral (a ella no le gustaba mucho chupármelo y era más yo quien se la chupaba a ella) paja con sus tetas y nada muy salido de una sesión de sexo normal. Cabe resaltar que ella y yo solo tuvimos relaciones sexuales como tal, tres veces, el resto eran solo juegos y vaivenes que no pasaban de una hora y hora y media pero sin haber penetración, ya que siempre era en su casa o en la mía y solo daba tiempo y espacio para una que otra paja. Pero esa sensilles en los actos no le restaban morbo, ella sabía cómo ponerme a mil y cómo compensar la falta de frecuencia en los juegos sexuales y más aún la falta de frecuencia en el sexo como tal. La forma en que se mordía los labios mientras con mi mano le masajeaba su clítoris, como paraba ya sus enormes tetas para que yo se las agarrara, como gemía con mis dedos dentro de ella, cómo tomaba mi pene casi queriéndolo arrancar de mi ser en las pajas que me hacía, en fin, los encuentros si bien sencillos no eran malos. Así pues un día cualquiera le dije: -"Amor, vamos a moteliar, ya llevamos mucho tiempo ...
    ... juntos y las pocas veces que lo hemos hecho es en tu casa y pues no se siente igual, nos da miedo los vecinos, tu hermano, que lleguen tus padres y así no nos concentramos en el momento. En un motel podemos dar rienda suelta a nuestros deseos" -A lo que ella respondió: "No lo sé, me da miedo que alguien conocido nos vea" Y bueno, así siguió la conversación unos 10 minutos más sin nada relevante para contar más que finalmente accedió a ir a moteliar, cuadramos que sería el martes a las 2 de la tarde y nos quedábamos hasta las 6, serían 4 horas donde descargaría toda mi lujuria y perversión con ella. Se llegó el gran día y por mi mente nunca pasó que la sometería, que haríamos cosas solo vistas en vídeos porno y que ella, una mujer algo rebelde en la relación cotidiana de pareja, se entregaría y sería la puta esclava más sumisa que yo nunca haya tenido. Entramos al motel, un lugar bonito y acogedor, con habitaciones temáticas, escogí una de Venecia ya que la cama era una especie de barcasa y me parecía romántico. sí, romántico, a pesar de mi enorme gusto por el sexo y las perversiones que me gustan, también soy bastante romántico. ¿Qué mejor que hacer sentir a tu mujer como una puta y luego como la más amada? una pregunta que dejo a su libre albedrío, pero para mí es una combinación que potencia el éxito de una relación. Y bueno, una habitación bastante acogedora que sería testigo de la que sería mi mejor experiencia en el sexo y no sé cuando se vaya superar. Empezamos entonces a ...
«1234...»