La mejor fiesta, con tres maduritas - Relatos Eróticos

La mejor fiesta, con tres maduritas

... minutos termine de bailar y la seguí al patio, estaba al fondo hablando por celular al parecer con su pareja, me acerco por detrás y pongo mi pene en sus nalgas y con mis manos le agarró ambas tetas, ella intenta zafarse pero sólo hace que mi erección crezca más aún, amaso sus tetas y clavo mi pene en su culo, ella no dice nada por estar hablando por teléfono, le meto una mano por debajo de la polera, le agarró las tetas y juego con su pezón que está durito, se nota grande y al ponerlo entre mis dedos ella se excita más, con la otra mano desabrochó su botón del jeans y me voy derecho a su conchita, le meto todo un dedo y lanza un pequeño suspiro, su cuerpo tiembla al no poder desahogarse por estar hablando por teléfono, se moja más y mis dedos juegan con su vagina, mi otra le agarra las tetas, alternativamente y mi pene se clava en su culo.

Espero un poco y le bajó el pantalón hasta la rodilla, andaba con una pantaletas celeste y me quedo mirándola, la hago a un lado sin sacársela y empiezo a poner mi pene en su entrada, ella se intenta resistir pero se nota que quiere, su respiración y su húmeda conchita piden a gritos que se lo meta, empiezo a jugar metiendo la punta y sacándolo, ella se retuerce de gusto y me mira hacia atrás pidiendo que se lo meta, burlándome de ella no lo hago hasta que se lo meto de una, lanza un suspiro y un gemido, no recuerdo que explicación dio a quien le hablaba pero yo estaba ahí, metiendo y sacando mientras ella temblaba y me apretaba el ...

... pene con su entrepierna, se lo dejaba adentro y lo sacaba, ella disfrutaba ese juego y se notaba, su orgasmo no tardó en llegar, se lo saque, le metí dos dedos y ella disfrutaba como loca, la agache un poco, le tome la cintura y se lo volví a meter, ahora con ganas, con fuerza y la empecé a penetrar fuerte, mi pelvis chocaba con sus nalgas y eso me excitaba más, ver cómo mi pene entraba y salía de esa conchita apretada.

Terminó de hablar por teléfono y fue como liberar una fiera, empezó a decir cosas y gemir fuerte, si alguien hubiese salido de la casa nos hubiese pillado en plena acción, la tomó de la cintura se lo saco y la pongo frente a mí, la hago saltar y la apoyo contra la pared, ella queda con sus piernas rodeando mi cuerpo, no sé con qué facilidad pude metérselo todo de una, literalmente estaba saltando encima de mi pene, mis manos en el culo hacían que subiera y bajara, cada vez sentía que le entraba más, ella gemía y me agarraba la cabeza, llegó otro orgasmo y cae rendida, yo aún con ganas sigo metiéndoselo, gime y gime, volvemos a la posición inicial, tomó sus caderas con ambas manos, ella me toma el pene y lo pone en la entrada de su vagina, entra todo, ahora la penetro de manera bestial, mis manos en su cintura hacen que cada embestida sea más dura rápida, muestra un poco de dolor y lo meto más rápido, ella sólo disfruta, me pide que acabe porque tendrá otro orgasmo, lo meto más fuerte, mi pene nunca lo había sentido tan grande y duro, está taladrando en su ...