4 niños gozamos con fetiches sucios
Fecha: 30/07/2021,
Categorías:
Fetichismo
Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
Álvaro tiene un gran apartamento doble, donde vive con su madre, a la que apenas ve; su padre siempre anda de viaje y como por su cuenta, así que menos aún lo ve. Por eso me ha dicho que vaya a su casa esta tarde, que podriamos hacer trastadas y estar a nuestras anchas, sin el control de nadie. También les ha dicho de ir a su casa a otros dos amiguetes suyos, que no son de la escuela a la que vamos Álvaro y yo. Él tiene 6 años; yo, Iván, 8. Sus otros dos amigos son Óscar (creo que es primo suyo), de 7, y Dani, de 7 también. Al llegar a su casa, como tiene toda parqué, me dice que me descalce, que puedo ir por toda la casa con calcetines o descalzo. Me gusta mucho la idea, y me descalzo completamente. Él ya está descalzo. Es una sensación nueva para mí: en casa, descalzo. Buen comienzo. Óscar y Dani ya están en la casa, también descalzos. Como no nos vemos así normalmente, nos miramos los pies y comentamos que se siente muy a gusto así. Inevitablemente, hablamos de nuestros pies, nos los comparamos, nos los medimos, ponemos nuestras plantas de los pies las propias frente a las de los otros y, mientras, nos vamos rozando los pies. Nos gusta y nos los tocamos, como jugando y cada uno acaba con un pie o dos de otro en sus manos o en el pecho o directamente en la cara. Álvaro es un poco mandón, cosa que no me molesta. Me pone sus pies en la cara, y me manda que se los lama; yo, que sé que tiene cosquillas, lo hago, y él empieza a reírse, pero no quita los pies y eso me gusta, ...
... porque es otra nueva sensación: lamer la planta de un pie, de dos pies. Óscar prueba suerte con Dani y hace lo mismo que Álvaro: le pide que dé un lametón a sus pies, y Dani, lanzado, lo hace, sonriéndose ambos; luego Dani se lo pide a Óscar y éste le lame igualmente la planta de los pies a Dani; yo me fijo en ellos y ofrezco mis pies al que lo desee, y Dani es el primero que los lame y luego Óscar. Les ofrezco los pies de Álvaro, que ellos lamen a continuación. Y todo nos excita. Vamos a la cocina a beber Coca-Cola o lo que haya; no queda, pero sí que hay RedBull y nos lo bebemos como si fuera Coca-Cola, sin saber las consecuencias. Nos pone a mil. Nos bebemos 8 latas entre los cuatro, y necesitamos ir a mear enseguida. Los cuatro vamos corriendo al baño para mear, pero nos damos cuenta de que los cuatro a la vez no podemos mear. y urge. así que, quitándonos la poca ropa que lleva cada uno, nos metemos en la bañera, que es grande y así cada uno puede mear a su gusto. Lo curioso es que al vernos mear tan juntos, nos excitamos más y empezamos a movernos un poco frenéticos, meándonos unos a otros. y eso nos pone más calientes. Nueva sensación: ponernos caliente mientras meamos. Nos gusta. Sonreímos. Nos agitamos. Nos embadurnamos. Nos sentamos en el suelo de la bañera, todo mojados por nuestras meadas, y se nos ocurre seguir con el juego de los pies, ahora mojados completamente. Y nos chupamos los pies unos a otros, pero ahora nos chupamos los dedos de los pies, lamemos las plantas ...