1. Conociendo mi sexualidad II


    Fecha: 12/11/2017, Categorías: Masturbación Autor: latosita, Fuente: SexoSinTabues

    Es posible que necesites leer la primera parte para saber cómo empezó todo: http://www.sexosintabues.com/RelatosEroticos-45016.html Una tarde me encontré con Laura, a dos cuadras de mi casa, yo había ido a la tienda a comprar frituras y ella regresaba del parque. - Hola, chica – me saludó - Ho-hola – me sorprendió porque nunca hablábamos - ¿Sabes si mi novio ya llegó a buscarme? – me preguntó - Ni siquiera conozco a tu novio – respondí – te he visto con varios chicos y no sé cuál de ellos es el bueno - ¡Ay, es que los chicos me vuelven loca!, algún día te vas a enterar - Pero, ¿a todos los besas y dejas que te acaricien? - Sí, claro – contestó - ¿a poco a ti no te gusta cuando te tocan? Hice un poco de memoria y, aunque no se lo comenté, lo más cerca que había estado un chico de tocarme era mi hermanito, a veces cuando veíamos una película y yo tenía las palomitas entre mis piernas, podía sentir su mano hurgando en la bolsa y rozando levemente mi vulva; ocasionalmente sentía rico, sin embargo, nunca lo consideré como algo indebido, o sea, el enano tenía 11 años y yo era su hermana, no podía ser otra cosa que el niño cogiendo palomitas. - Este – dudé un poco – a mí nunca me han tocado, es más, ni siquiera me han dado mi primer beso - ¡Ah, ya veo!, pero no me digas que no sientes rico cuando tú solita te tocas - Este, no - ¿Tú todavía no te tocas? – preguntó un tanto sorprendida - N-no – fue lo único que pude contestar - ¿Te gustó ver lo que me hizo ese chico el otro día?, ¿al ...
    ... menos sentiste algo? En este punto de la conversación no estaba segura de querer contestar porque no le tenía la confianza suficiente y no creía que estuviera bien contarle lo que sentí, pero seguimos hablando un rato, de lo mismo, y me fui sintiendo más cómoda con el tema. - Me dio miedo que te molestaras, pero sí me gustó y hasta sentí cositas – al fin me atreví a decirlo - ¿Te mojaste?, ¿te dieron ganas de tocarte? – preguntó - Sí, las dos cosas - ¿Y por qué no te tocaste? - Es que mi mamá dice que es pecado - Sí, yo tengo una de esas en casa y es igual a la tuya, pero se siente tan bien que no puedo evitarlo, aunque me gusta más cuando un chico lo hace Para no hacerlo tan largo, en el camino a casa me fue dando algunos consejos, como olvidarme de todo, pensar solo en mí y lo que mi cuerpo quiere, pero, lo más importante, asegurarme de que nadie me vea, hacerlo de preferencia por la noche y con la puerta de mi cuarto bien cerrada. Pasaron varios días, quizá algunas semanas, y cada que nos encontrábamos me seguía dando consejos sobre cómo tocarme, pero no solo los pechos, sino todo mi cuerpo, invitándome a descubrir lo que me provocaba más placer. Una noche, después de ver una película en familia, con mi hermanito y sus roces al buscar palomitas en la bolsa que tenía entre las piernas y después de pensarlo mucho, por fin me decidí a hacer caso a los consejos de mi vecina, les desee buenas noches a mis papás y al enano y me fui a lavar los dientes para después encerrarme en ...
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