SOY ENFERMERA, NO PUTA!!!!!! (Parte 3)
Fecha: 10/08/2021,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Mr-Spook, Fuente: SexoSinTabues
... mitad de la suya en largo y grosor. DON ROLO: ¿Y que sientes cuando me limpias esa zona? YO: … pues… nada… es mi trabajo. DON ROLO: No me mientas, algo debes de sentir. YO:… pues… curiosidad… ¿qué quiere que le diga? DON ROLO: ¿Pero te excita? YO: Bueno… una no es de piedra… pero solo con usted me ha pasado eso. DON ROLO: ¿Qué sentiste ayer en el Yacusi, tenía la impresión que si no hubieras tenido traje de baño, algo más hubiera ocurrido? YO: Nunca, Don Rolo, yo soy una mujer casada y fiel. DON ROLO: Si no te estoy preponiendo nada, como iba a pensar que una chica tan linda como tú, ibas a desear a un pobre viejo parapléjico como yo. Yo sentía rojas las mejías por el bochorno que me causaban sus palabras, si supiera que me había masturbado fantaseando con su verga… si supiera que en el yacusi me moría porque me diera una buena cogida, si supiera que me metía bajo las sábanas para lamerla la cabeza de su verga… ¡SI SUPIERA!. lo llevé a darse su baño de sol y lo llegó a visitar su abogado, les di privacidad y me dediqué a prepararle el almuerzo, al despedirse el abogado me llamó y me dijo algo que me dejó con la boca abierta: ABOGADO: Vea, señorita enfermera, usted sabe que mi cliente está pasando por la peor etapa de su vida y el ingeniero está dispuesto a recompensar muy bien sus servicios si usted le ayuda en un asunto muy penoso. YO: ¿Cuál? ABOGADO: Pues él quisiera que usted lo masturbara. YO: ¡¿Qué?! ABOGADO: No se moleste por favor, el ingeniero me cuenta que las dos ...
... veces que lo ha hecho se ha lastimado y que estaría dispuesto a darle este sobre con dinero en efectivo a cambio de sus servicios. YO: ¡Soy enfermera, no puta! ABOGADO: Lo entiendo, pero usted comprenderá que no podemos traerle una prostituta para que lo atienda, el ingeniero ya no tiene ninguna clase de relación con su esposa, así que la única posibilidad que se nos ocurrió fue pedírselo a usted, claro que está en su derecho de no aceptar. Me dio el sobre y le dije que lo hablaría con don Rolo, lo enfrenté indignada tirándole todos los billetes sobre su cama, no paraba de decirle improperios, hablaba a toda velocidad, no pensaba lo que decía, solo me salían sapos y culebras de la boca, él me miraba con paciencia, cuando terminé de gritar solo suspiró y me pidió su almuerzo, se lo di en silencio, casi ni lo limpié como lo hacía antes, pero su verga me retaba erguida como sabiendo mis secretas intenciones, no me pidió que lo llevara al yacusi porque sabía cuál sería mi respuesta, luego le di su medicamento y lo dejé dormido. ¿Cómo había llegado hasta aquí? No sabía qué hacer, en lo que menos pensaba era en el dinero, era su propuesta indecorosa, pero lo más extraño es que sentía húmeda mi vagina ¿Cómo podía excitarme ante tal ofensa? Me metí al Yacusi sola, desnuda, necesitaba recrear la tarde anterior cuando lo tuve atrás de mí sintiendo como su verga parada se colaba dentro de mis nalgas hambrientas, me movía como si me estuviera cogiendo, necesitaba su verga dentro de mí y ...