Mi problema moral - Relatos Eróticos

Mi problema moral

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Mi historia empieza en el momento que la relación tan grata y maravillosa que siempre tuve con mi madre cambió, desde que me convertí en un muchacho pervertido capaz de corromper no sólo mi mente, sino también las de mis seres queridos con tal de conseguir que mis planes se cumplieran

Debo decirles que las cualidades amorosas de mi madre siempre han sido de lo más destacables, ya sea porque desde pequeño figuró en mi vida; ella me enseñó a hablar, leer, me daba de comer, cuido de mí, procuró mi educación siempre en las mejores escuelas, en fin para mí es una madre modelo, o ya sea porque no sólo es hermosa físicamente sino también en esencia; su es alma pura o ESO CREÍA

Mi relación con ella como han podido intuir fue de la más sana y amorosa, una relación propia entre una madre y un hijo, en donde no hay intereses sexuales o deseos indecorosos de por medio, no obstante es gracias a mi contante lucha de doble moral que se propició todos los hechos de esta historia

Todo cambió cuando un desafortunado evento se presentó una mañana; mi vida, mis costumbres, incluso el amor únicamente maternal por ella se puso en duda. En una mañana cualquiera tras despertar y ver en mi escritorio una computadora nueva y encima de ésta un play 4 con el juego fifa, corrí inundado de emoción y gratitud en busca de la responsable. -quién más podría ser sino mi madre- me dije en mis adentros mientras recorría el pasillo para llegar a su habitación- Una vez atrás de la puerta no dude ...

... en absoluto y giré la perilla con fuerza y mucha alegría, y fue ahí, en ese momento que mi ideal hacia mi madre sufrió una modificación: la vi de espaldas a mí con su braguita blanca entallada en su espectacular, muy macizo, grande e impresionante culazo; fue la primera vez en mi vida que lo vi así, tan expuesto y tan frágil. Ella por su parte no notó mi presencia porque estaba muy entretenida subiéndose su short verde con un esfuerzo descomunal; agitaba ese par de nalgas con fuerza y brusquedad.

Mientras ella seguía en su lucha, pude percatarme del color, forma e incluso de los más pequeños detalles de aquel monumento, era uno en serio hermoso, blanco con pequitas distribuidas por todas las zonas de sus nalgas.

Aún embobado por su increíble cola de infarto apenas fui capaz de responder a las preguntas y reproches de mi madre, quien ahora me miraba con sorpresa y cierto enrojecimiento en su rostro

-¿Pero qué haces ahí José?- me dijo sorprendida- Me asustaste jajaja- dijo más tranquila

-Lo siento madre, sólo vine a... - vi como ella, después de un gran esfuerzo, se terminó de subir pans- a agradecerte por los regalos que me diste

-jejeje, ¿te han gustado?- preguntó-

Claro jeje- dije- mirando a mi alrededor (noté que ella también tenía una compu nueva) -¿pero por qué tan de repente se te ocurrió?- Pregunté

Jajaja- rio- te los compré porque siempre te has portado bien y ante mis ojos eres el mejor hijo del mundo, siempre tan servicial, educado y protector y ...