Cogiendome a mis alumnas - Relatos Eróticos

Cogiendome a mis alumnas

Soy un tipo alto y catedrático de una de las mejores escuelas de mi zona, siempre me había caracterizado por ser una persona seria y responsable hasta que le tome el gusto a meterle el pito…. A las alumnas, siempre había criticado a los compañeros, que se las tiraban, a mis 35 años pensaba que eso de meterse con chicas guapas y coquetas pero con 10 o más años menos que nosotros, era algo que atentaba contra mis costumbres. Hasta el día en que fui invitado a impartir un curso en una población cercana a mi ciudad.

El primer día de clases me sorprendió que la mayor parte del grupo estuviera integrado por mujeres, de edades diversas, algunas de ellas muy guapas. El grupo a pesar de ser de semestres avanzados era sumamente desmadrazo, eso no me molesto esa cuenca tenía fama de ser mal hablada, lo que si me saco de onda es que varias de ellas estaban mirando una página donde aparecían tipos musculosos y en tangas de colores, una de estas me pregunto ¿Licenciado usted que color le gusta? Solo acerté a ponerme rojo y el grupo estallo en una risa sonora. Pasada la bienvenida les pedí como es costumbre que cada uno se presentaran. Observe con agrado que varias de ellas estaban bien guapas en edades entre los 21 y 28 años, la coquetería de ellas era evidente y pronto repare porque, no sabían ni que era una ley. El curso era sobre antropología forense. El grado de ignorancia que ellas tenían sobre su carrera era increíble, el curso se había planeado para que se titularan pero así como ...

... estaban se convertiría en un curso remedial, por lo cual les explique que por esa ocasión haríamos un repaso general de todo lo que debían conocer y no sabían.

Al terminar los 3 únicos hombres del grupo, se acercaron a mí para preguntarme donde me hospedaría y se ofrecieron a acompañarme, cosa que no me molesto dada la distancia del auditorio a la ciudad, en el camino los chavos se dedicaron a tratar de conocer mis gustos, y después de dejar mis maletas nos fuimos a cenar y a beber. Durante la cena se encargaron de hablarme de los atributos de la ciudad, en la cual debo aclarar que si uno no chupa, no hay nada que hacer. Solo hay en las noches cantinas y de mala muerte. Para no quedar en evidencia les pregunte que tanto sabían y ellos se destaparon quejandose de su escuela y que muchas de sus compañeras habían pasado porque las daban “ya lo vera licenciado… si se pone abusado se las coge a todas”. Ese comentario lejos de molestarme provocó una leve sonrisa, uno de ellos de nombre mario hablo sobre tres chicas Martha, Sonia y Miriam, según ellos estas tres eran las mas aventadas pues habían cogido con varios maestros, inclusive una de ellas la mas delgada “Sonia” era amante de un profesor de la escuela, un tipo alto, gordo y de alrededor de 55 años, por demas casado y con hijos casi de la misma edad de Sonia. Pero lo que hizo que se me para el pito y empezara a tener ideas lujuriosas fue una aventura que ellas tres habían tenido con un amigo de los chavales. Ellos contaron ...