1. SECRETOS DE ALCOBA


    Fecha: 15/11/2017, Categorías: Voyerismo Autor: dulces.placeres, Fuente: SexoSinTabues

    SECRETOS DE ALCOBA Hola! es la primera vez que me animo escribir, me da mucha vergüenza, seguramente será la última, no daré mi nombre porque recién tengo dieciséis añitos, me presentaré ante ustedes con mi apodo, ‘Yuli’. Ya dije mi edad, soy estudiante de secundaria y aunque me hago la superada confieso que soy virgen. Pero no se ilusionen, no voy a hablar de mí, voy a contarles algo que descubrí y no me animo a hablar con ningún mayor, ni siquiera con mi mamá que es mi mayor confidente. Solo lo he charlado con mis amigas pero son tan inmaduras e inexpertas como yo, así que aprovecho este espacio para desahogar mi tensión. Vivo con papá, mamá y Javi, mi hermano mayor, me lleva algunos años. Mi padre tiene una pequeña empresa, trabaja todo el día y solo lo veo cinco minutos cuando me voy a dormir y otros cinco al desayunar, mi madre trabaja en un banco, desde las nueve hasta entrada la tarde, mi hermano divide sus horarios ayudando un poco en la empresa y estudiando otro tanto, y yo, como les comenté, curso mis estudios secundarios. Todos los días la misma rutina, llego del colegio pasado el mediodía, preparo la comida para dos, llega mi hermano de la empresa, comemos, el sigue para la facultad y yo termino los quehaceres, un tanto aburrida hasta que llega mi madre. Ese tiempo generalmente lo paso en la compu, con el celu, estudiando, escuchando música ó simplemente, viendo que hacer. Justamente, ese ‘viendo que hacer’, daría curso a narrar lo que sigue. Mi casa está en un ...
    ... barrio de gente de clase media tirando a alta, es bastante amplia, en la planta baja un gran comedor, cocina, baño, garaje, en la planta alta, subiendo por las escaleras nos encontramos con el dormitorio matrimonial y un pequeño baño, a la derecha el cuarto de Javi y a la izquierda el mío. Hasta ahí todo normal, hace mas ó menos un mes, subí las escaleras como de costumbre para sacarme el uniforme escolar, mi hermano recién se había ido y por casi por casualidad, de aburrida nomás fui a su cuarto en lugar del mío. No tenía mucho para hacer en un aburrido cuarto de varón, una pelota, su notebook, unas maquetas de barcos que guardaba celosamente de su adolescencia, revistas, su catalejos en el trípode sobre la ventana… el catalejos! Pensé. Me senté en el taburete a ver que miraba mi hermano teniendo sumo cuidado en no cambiarlo de posición, el era muy celoso de sus cosas. Lo primero que me llamó la atención fue descubrir que apuntaba directo al cuarto de Brenda, nuestra vecina. Entiendo que a los hombres los atrapa cualquier concha, y seguramente el la espiaría en ropa interior cada noche, pero algo me hacía dudar ya que ella no era su tipo de mujer, Brenda, una mujer soltera de unos treinta años, muy reservada con su vida, no se daba con los demás vecinos, rubia teñida de cabello corto y desalineado, de ojos marrones y nariz prominente, de estatura media y más bien del tipo corpulenta, de cola grandota, una cintura poco moldeada y generoso busto. Creo que la curiosidad femenina ...
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