Mi confidente sexual me hace fantasear (II)
Fecha: 16/11/2017,
Categorías:
Confesiones
Autor: templaria 37, Fuente: CuentoRelatos
Frecuentemente compartíamos mensajes y teníamos charlas ocasionales, abordábamos temas de la vida, del amor, de la amistad, de la sexualidad, en fin era agradable charlar con alguien de mente libre, sin prejuicios y por qué no decirlo, interesante además de fascinador.
Solíamos navegar en la sutil línea de la amistad y la seducción, puesto que como entremés no faltaban frases de doble intención y coqueterías, sin embargo era lo suficientemente listo como para llevar el juego sutilmente.
No sé exactamente como ni en qué momento nos volvimos confidentes, pero terminé desnudando mi alma y liberándome de algunos de los secretos de mi vida. Era el confidente perfecto, mi analista personal, podía contarle mis problemas, mis locuras, mis historias de amor, mis más ocultas fantasías, sin sentirme juzgada; Tal vez el hecho de saber que solo eran conversaciones simples, nos daba la tranquilidad de lo que hacemos y lo que fantaseamos.
Las confesiones se volvieron más íntimas tomando tintes eróticos, en algunos aspectos éramos sexualmente parecidos: ardientes, apasionados, imaginativos, locos y hasta algo perversos, pues nos dimos cuenta que vibrábamos con la idea de espiar y sentirnos espiados en escenas eróticas, sin embargo hasta ese momento no me interesaba involucrarme, así que pactamos establecer reglas para esa extraña forma de confidencias sexuales.
Acordamos contar nuestras historias, excitarnos mutuamente y hablar solo por chat, simplemente nos deleitaríamos ...
... recordando y relatando nuestras aventuras, en ocasiones con detallitos como solía decir él.
Una tarde en una charla que teníamos le confesé que me excitaba ver a veces películas donde dos mujeres tenían sexo, el me confeso que le gustaba mucho ver también, pero que le excitaba mucho que su pareja al hacerle sexo oral bajara hasta su testículos los lamiera y luego bajara hasta su ano para chuparlo y lamerlo con su lengua, que eso lo enloquecía, y tenía razón, el solo escucharlo sentí un deseo incontrolable de masturbarme pero no quería hacerlo sola, quería que él lo hiciera conmigo; No sabía cómo decírselo, pero mi excitación fue al punto que no me importo, y solo se lo pedí.
J: ¡Te puedo pedir algo especial!?
C: claro dime lo que quieras.
J: mmm sabes… deseo que te masturbes para mi mientras yo también lo hago para ti… quieres?
C: ayyy claro eso es muy rico.
J: dime como la tienes… te estas tocando ya?
C: uy si… está muy dura me tienes excitado… te estas metiendo los dedos?…
J: Ay si es muy rico… ummm me estoy frotando mi clítoris… y está muy duro.
C: delicioso… quiero que te chupes los dedos para mí… dale chupatelos…
J: que delicia, no lo había probado antes… están delicioso…
C: ummm como me gustaría estar allí y verte chupar los dedos mientras te masturbas cosita rica…
J: uyyy si a mí también me gustaría que estuvieras aquí… Pero yo quiero que me la metas!…
Por primera vez había deseado a un hombre diferente a mi esposo, y le había confesado ...