Carmen y Marílu ambas en mis manos - Relatos Eróticos

Carmen y Marílu ambas en mis manos

Era ya lunes y como siempre yo ya había llegado a la lavandería y estaba empezando con mi trabajo limpiando primero las oficinas cuando vi que llegó Carmen y me sorprendió porque ella debía llegar una hora después.

-! Buenos días Alberto ¡ .. ¿ Podemos hablar antes que venga Marílu.?

Le dije que si mientras di una mirada por la ventana y estaba el vigilante que leía el periódico del día Carmen se acercó a la ventana y también hizo lo mismo ella quería estar segura que nadie nos interrumpiera.

-! Alberto recuerda tenemos un trato así que espero que lo cumplas y no sólo guardes silencio con lo de la planilla de pagos sino también con lo que sucedió después anoche entre los dos y lo estés por ahí contándolo ¡

Le aseguré que no tenía porque temer y esté tranquila  yo no era ese tipo de personas que les gustaba ufanarse de sus experiencias con las mujeres y lo decían a todos, entonces como ella había tocado el tema le preguntó si al llegar a su casa que le dijo a su madre por llegar a esas horas.

-! Todo bien con ella menos mal le conté que había salido con Marílu a comprar pero nos pusimos a tomar unos cafés y conversado se nos pasó el tiempo sin darnos cuenta.. ¿.. Otra vez no puedo llegar tan tarde.? porque ahí si va a sospechar..!

Esas ultimas palabras me hizo saber que Carmen quería que se volviera a repetir, vi el reloj colgado de la oficina y aún tenía tiempo para volver a gozar de ella. Me acercó a ella y me bajé el pantalón para luego dejar ante sus ...

... ojos mi verga ya erecta  eso no lo esperaba, su mirada era de sorpresa e hice que con su mano lo sujete fuerte.

-! Noo.. Alberto estás loco acá no alguien puede subir.. ¡

Si Marílu ya me había chupado bien rico la verga en la oficina ahora era su turno claro ella no debía saberlo, le digo que no se preocupe que yo iba a estar atento si alguien venía y con mi mano bajé su cabeza hacia mí pene. 

Carmen abrió su boca y le pasaba la lengua con mucho cuidado como si estuviera saboteando un helado y luego se lo fue metiendo con algo de dificultad a su garganta por su poca experiencia y tuvo una arcada que la hizo sacarlo para luego volver a intentarlo, se notaban sus pezones bien duros bajó su blusa blanca y se los acarició eso la hizo extremecer un poco.

Yo ya estaba bien arrecho así que hice que se levante de su escritorio y la volteó y besaba su cuello y orejas por detrás y mi verga dura en su rico trasero se la a sobaba sobre su falda que la fui subiendo hasta que llegue a sus caderas.

-! Noo.. Alberto tengo miedo que nos vean.. mejor no.. ohhh... ohhh.. ¡

Sus miedos de Carmen se iban yendo a medida que la iba calentando, sólo decía que no pero no hacía nada por detenerme , no teníamos  tiempo que perder y eso lo sabíamos los dos así que la apoyé sobre su escritorio e hice a un costado su tanga y metí la verga en medio de sus nalgas y di un ligero empuje y no fue nada difícil la penetracion por lo húmeda que ya estaba.

-! Ohhh.. Albertoooo.. sii. hum.. hum  ...