~“Mi cartero” ~ - Relatos Eróticos

~“Mi cartero” ~

Me senté agotado después de la limpieza del hogar. En mi sofá yacían pequeñas almohadas que dilataban mi malestar y a cambio reconfortaban mi padecer.

Sin embargo, ya habiendo comenzado a conciliar el sueño logré escuchar el inesperado soñar del timbre.

Alguien...una misteriosa persona se encontraba en mi porche esperando a que le abriese.

¿Quien podrá ser? Me pregunté a mí mismo. 

Totalmente solo, vivía sin familia hace más de 10 años. No creo que ningún tío lejano o pariente cercano llegase de la nada a mi encuentro. 

Lo oí de vuelta, esta vez fue más corto. Se había hecho notar de nuevo la insistencia del desconocido sujeto por entrar. 

No sé qué estaba pensando en ese momento. Ya me encontraba de pie al frente de la puerta. A escasos centímetros de él. Dirigí mi mano y, a la vez, mi cuerpo hacia las cortinas y miré por la ventana.

Vi a un hombre, de mediana edad, con unos hermosos y rizados cabellos castaños. Una altura impresionante y un delicioso y carnoso trasero. 

Levaba puesto un ajustado y acotado uniforme que le daban una apariencia de striper. Sus alardeantes músculos luchaban contantemente por hacerse notar ya que lo apretado de su camisa parecía que le cortaba la circulación.

Ni hablar de su entrepierna. No era ...

... ni necesaria la luz para darse cuenta del poderoso miembro que llevaba consigo. Escondido pero para nada cobarde.

Tomé aire, me acomodé un poco mis alborotados cabellos y giré, sin muchas esperanzas, el picaporte. 

—Hola, se encuentra Jack Monroy?— musitó aquel hombre, sostenía en su mano una caja. Aparentemente mi reciente pedido. 

Ja, era un vibrador. Que vergüenza...

—Si, soy yo...—Pude articular sosteniendo fija mi mirada al suelo. No me había percatado de lo que me pasaría cuando me encontrara con el cartero. 

El definitivamente se daría cuenta que de se trataba un vibrador y me juzgaría por ello.

Oh cielos...creo que voy a morir...

A partir de ese momento, mi vista comenzó a perder eficacia y posteriormente a nublarse.

Sentí que mis pies se debilitaban y que mi cabeza aumentaba de peso. Parecía que tuviese una roca por cabeza.

Lo ultimo que llegué a escuchar fue el humilde y preocupado argumento que soltó el voluptuoso cartero.

—Estás bien?—

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Holis, bueno esta es la primera parte una anécdota que le pasó a un amigo mío.
Si realmente desean que suba la segunda parte me lo pueden hacer notificar por vía mail. 
juliatorrres9@gmail.com
Cuídense, chau  ~❤️ fantastic_user