Mi primer hombre me volvió una depravada 2 - Relatos Eróticos

Mi primer hombre me volvió una depravada 2

... pantalon del pans que llevaba puesto para acariciar y meter sus dedos en mi panochita al mismo tiempo que me preguntaba algo así como "te venia dedeando la panocha Mauricio verdad? no me mientas" yo le decía que no pero el me insistía que le dijera, yo no entendía si estaba enojado porque entonces me besaba con pasión, recuerdo sentir un poco de temor de que se enojara o me reclamara, pues aunque algunas veces hablamos de que el como hombre maduro no tenia porque molestarse de que siguiera de novia de su hijo, que el entendía que era una relación de chamacos, pero pensé que si sabia que me tocaba se molestaría y le repetí algunas veces que no había hecho nada, pero ante tanta insistencia le termine por decir la verdad, que solo me había acariciado las tetas y que si había tratado de tocarme la panocha pero que le quite la mano, su respuesta me desconcertó mucho, me dijo que me hubiera dejado, que su mujer estaba dormida y que el no me hubiera dicho nada, pero al mismo tiempo que me decía eso, mas metía sus dedos en mi panocha y con mas pasión me besaba, me siguió diciendo que el no se molestaría si lo hacia y que me imaginara que lo estaba haciendo con el y no con su hijo, eso me pareció aun mas raro pero de alguna forma sus dedeadas, sus besos y eso que me decía me excitaron mucho, tanto que le saque la verga del pantalon y me arrodille a chupársela, quería sentir que se viniera en mi boca aunque aun me daba un poco de asco tragármelos, pero estaba tan cachonda que quería ...

... sentir aunque sea eso, creo que le faltaba poco para venirse cuando el ruido de la puerta nos asusto a los dos, yo me levante y corrí a abrir el refrigerador como queriendo disimular, mientras Pablo se guardaba la verga y se sentaba en una silla de la mesa que tenían allí, era su esposa con su hija y la abuela, entraron como si nada y aunque ellas parecían no haber sospechado nada, yo si sentía algo parecido a la pena.

En ese viaje no pudimos tener mas oportunidad de hacer algo Pablo y yo, nos regresamos el domingo por la noche y durante el regreso fui yo la que busque los besos aun discretos de Mauricio, deje que me acariciara las tetas casi todo el camino y aprovechando que nos tapamos con una chamarra también me acaricio un poco la panocha, pero muy lejos de lo delicioso que lo hacia su papa, lo que me excitaba era saber que Pablo estaría contento con saber que hice atrás de su asiento mientras el manejaba y cuando nos volvimos a ver a un par de días de eso, cogimos mucho mas rico que las otras veces, pues Pablo parecía ponerse como toro en brama mientras me preguntaba que había hecho en el camino de regreso y le decía como su hijo me había manoseado y cada vez que le decía lo que me hizo Mauricio, Pablo me enterraba con mas fuerza su verga, yo lo disfrute muchísimo, tuve dos o tres orgasmos y cuando hice mi rutina de recibir su semen en mi boca, fue la primera vez que no me dio asco tragármelos, al contrario, por primera vez disfrute y me excito sentir los mecos de Pablo ...