Consuelo a la mamá de mi alumno - Relatos Eróticos

Consuelo a la mamá de mi alumno

Mi nombre es Álvaro, tengo 24 años y soy maestro de primaria. Soy alto, ni gordo ni flaco, y trato de vestirme bien, además de usar buenos perfumes.

Mi trabajo me hace coincidir con mucha gente incluyendo madres de familia.  Mi relato comienza con la madre de un alumno. La señora es madre soltera y tiene un bonito cuerpo además de una cara muy fina, es blanquita y muy sexy. 

Un día la llamé a través de un citatorio porque su hijo tiene muy mal comportamiento, la vi llegar al salón con un vestido de ejecutiva muy sexy (al parecer pidió permiso en su trabajo), y le platiqué sobre el comportamiento de su hijo, ella señaló que su hijo estaba pasando malos momentos por el divorcio de su esposo. Yo le dije que lo sentía mucho y que la ayudaría en lo que estaba a mi alcance, ella me agradeció y se fue.

Posteriormente le mando otro citatorio porque su hijo me había roto una ventana de mi salón, por lo que noté que la señora fue con una blusa más escoltada y con una falda más corta a lo cual me llamó la atención, platiqué con ella para solucionar el comportamiento de su hijo y ella accedió,  sin embargo me dijo que a veces no sabía educar a su hijo y que si me podía pedir ayuda por teléfono, accedí sin ningún problema y se retiró. 

Un viernes por la noche me llamó llorando un poco alcoholizada, solicitando que la escuchara, yo la escuché y me dijo que su esposo la había engañado con alguien menor y que estaba muy triste. Yo arriesgandome le dije que esa era platica ...

... más de un café a lo que ella me invitó a su casa porque quería platicarme más, ya que comenzaba a tenerme confianza.

El próximo viernes salí del trabajo y me dirigí a su casa, noté que Alan (mi alumno) no estaba ya que se había ido con sus abuelos por lo que estábamos solos. Su casa no era muy grande, pero estaba muy ordenada, era un hogar en toda la extensión de la palabra, cuando "A" (llamémosle así) me abrió la puerta, noté que tenía un puesto un vestido muy corto, pero elegante, además que cuando caminaba se le notaban sus finas nalgas trabajadas de tanto gimnasio, me ofreció un café, y platicamos sobre la vida, poco a poco la tensión iba subiendo entre los dos.

Le sugerí ir a comprar vino, subió a mi auto y fuimos escuchando música, mientras iba manejando iba observando sus hermosas piernas y ella se daba cuenta, poco a poco se subía más su vestido. Fuimos por el vino y llegamos a su casa. Tomamos algunas copas, y sonó una canción (muy sexy por cierto), ella me dijo que le encantaba esa canción y que si la podíamos bailar, le dije que sí y nos pusimos a bailar, ella se repegaba a mi cuerpo y yo poco a poco le subía su vestido, ella fue sintiendo mi miembro más duro mientras que jugaba con su espalda.

Ella se detuvo y me mandó a sentar, estuvimos callados por un minuto y después se subió arriba de mis piernas, diciéndome que no aguantaba más, que quería ser consolada por mi y que siempre tuvo la fantasía de hacerlo con un maestro (quién soy yo para negarle esa ...