1. EL SEÑOR CURA (CUENTO DE LA VIDA REAL)


    Fecha: 20/10/2019, Categorías: Confesiones Tus Relatos Autor: Carla Calderón, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

            Soy Daniela, 43, separada, no bonita pero de cara simpática, pelo largo, alta, de cuerpo abundante, tetas abundantes, lindas y aún firmes con pezones grandes y rosados, culo redondo, sexy y muy caliente lo que me causa angustias sexuales permanentes. Me depilo total cuando tengo eventos de cama pues sin dudas nuestros machos gozan mucho más con nuestros coños limpios, bien delineados y abiertos a sus lenguas sedientas de jugos y de nuestro clítoris la máxima expresión de goce sexual, sin tener que estar despejando la entrada y pasando el desagrado de un pendejo suelto que quede en la lengua o en los labios. Lastimosamente mis últimos tres años han sido de sequía y angustia sexual debido a diversos problemas que no son para comentarlos acá. Algunos esporádicos, cuatro de ellos sencillamente de calle a lo que cayera pues la desesperación era mayúscula y dos putos que a pesar de ser lejos los mejores, no me han satisfecho pues necesito sexo seguido, algo de cariño o seguridad en la relación y sufro enormemente este tormento. Con un esposo adinerado no tengo problemas económicos pues acordamos una buena suma para mi mantención más la alimenticia para mis chicos, pero no soy una ociosa y me he conseguido un trabajo  con un sueldo regular pero liviano, cómodo, sin interferencias y cercano a casa. Soy la encargada de la Iglesia situada a pocas cuadras y en la cual soy muy conocida por los fieles. Comparto trabajos con Mercedes, una señora de 53, bonita de cara, maciza, ...
    ... alta, siempre muy bien arreglada, contadora, casada con un dentista, muy devota de la Iglesia y encargada de algunos trabajos pastorales. Yo asisto diariamente y ella los martes y viernes en las tardes. Nos ayuda o mejor me ayuda Panchito, un viejo servidor de la Iglesia encargado de ayudar las misas y del aseo de la Iglesia y sus jardines.
           El párroco, Don Ignacio,  es un cura joven de 36 años, muy activo y trabajador, querido por los feligreses y admirado por ser muy buenmozo, alto, atlético y simpático. De hecho juega al fútbol en un equipo del barrio y con los niños a quien enseña. Canta en el coro y participa en los eventos sociales. Todo un personaje.
           Pero vamos al grano ya presentadas las personas que participamos en este asunto.   Primero que nada debo confesar que Don Ignacio, siempre me gustó y en ocasiones,  malos pensamientos me invadían  y  provocaron muchas masturbaciones de esas desesperadas sacándome varios orgasmos mientras lo imaginaba entre mis piernas. Soy masturbadora de siempre pero con la sequía sexual ha aumentado el vicio buscando nuevas técnicas, formas y he comprado tres consoladores y juguetes para saciarme. Soy muy caliente, acabo con facilidad y con orgasmos fuertes y muy licuados, sin ser eyaculadora, los que puedo repetir sin problemas varias veces consecutivas. Durante un tiempo empecé a notar ciertas cosillas de confianza, bromas y otras entre Ignacio y Mercedes e incluso de él conmigo, aunque con buenos pensamientos no podía ...
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