1. Culeado a las 4 de la madrugada, en Aseo público


    Fecha: 24/10/2019, Categorías: Gays Tus Relatos Autor: Danisampedro91 , Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... a estas horas, venga nadie por aquí. 
    Así lo hice, y volví donde estaba, volviendo agarrar su polla, que ya la tenía bien tiesa, empezando a acariciarla, y sobarle los huevos. Haciendo él lo mismo, mientras suspiraba, oooooh, deja que te llene ese culito de leche, mmmmmm, ya verás cómo te va a gustar, oooooh, maricón que bueno estás, mmmmmm.
      Poco a poco fuimos desabrochando el cinturón, y pantalón. Yo ya le había bajado el pantalón, y slip, hasta media pierna, y agarrando su polla, era normal; ni grande ni pequeña; tampoco era muy gruesa. Lo que sí noté, era que no hacía mucho tiempo, se había afeitado, o rapado el pelo del pubis, y huebos, y el olor que desprendía, es como si hubiera usado algún producto para las ladillas, esa fue la impresión que me había dado.
       Por su parte, él después de bajarme los pantalones y slip, dejando que cayeran hasta los tobillos, estaba empezando a desabotonarme la camisa. 
    Cuando terminó de desabotonarme la camisa, con una mano, empezó a acariciarme el pecho, vientre, polla y huevos. Luego fue a por mis tetillas, cogiéndome los pezones; los tenía duros e hinchados, por la excitación, y calentura que en esos momentos tenía; mis pezones son pequeños, y con algo de pelo en esa parte; empezó a apretarlos, sobarlos, para luego meterlos a su boca, y darme pequeños mordiscos.
    Oooooh, como me estaba calentando aquello, mmmmmm, el muy cabrón, me estaba haciendo temblar de placer, y se estaba dando cuenta, que me tenía delirando de placer. ...
    ... 
    
    Ay que bueno estás, mmmmmm, andas bien salido maricón. Ufffff, cómo te voy a follar este culito, maricón, mmmmmm.
     
       Después de calentarme un poco, ni soltar mis pezones, y no parar de morrearme, lo separé, y al momento, él me presionaba para que me agachase hasta su polla. Cosa que entendí, y me dispuse a darle una buena mamada. 
    
       Empezó a jadear, y dar grandes suspiros, al meterme su polla en mi boca, y empezar a chupar como si de un caramelo se tratase. 
    
    Ooooooh, que gusto me estás dando maricón, ooooooh, que bien me la chupas, hijo de puta, oooooh, métela toda en la boca, aaaaah, así, así mariconazo. 
    
    Nada más meterla en mi boca, el sabor que me vino fue el de la meada que terminaba de hacer, así como el olor de su pubis. No sentí asco, estaba caliente a más no poder, y si en ese momento se mea en mi boca, se lo hubiera bebido.
    
       Llevaba unos 5 minutos, cuando cansado de estar en cuclillas, chupando aquella sabrosa polla, me la saqué de la boca, para descansar un poco, y de paso estirar las piernas. 
    
       Entonces el empezó a darme mordiscos en los pezones, y ponerme más caliente. 
    Aaaaah, que gusto me estaba dando, aaaaah, joder, no puedo más, mmmmmm.
    
    Después de cansarse de morder, me daba pellizcos en ellos, y con la boca, empezó a morderme el cuello. 
       Este es mi punto débil, así que empecé a estremecerme, y gemir como una perra en celo. Hasta me daban temblores en las piernas. El lo notó, y siguió martirizándome un buen rato.
    Uffffffff, que ...