Pamela la puta iii - Relatos Eróticos

Pamela la puta iii

Ese día eran las 7 pm, estaba ya oscureciendo y ella como todos los días después de salir del trabajo me invitaba a su casa, y me mandaba una foto de un beso.


--Ya salí y estoy en casa.


Ya me la había estado mamando en varias ocasiones, así que tardé en responder, me estaba aburriendo un poco como era, y me di cuenta que seguía siendo insoportable, como tiempo atrás.


--Oye...

--Ya salí!...

--Estás ocupado?

--Por qué no respondes..

-¿Qué tal? ¿cómo te fue? - Respondí unas horas después.

--Bien, gracias, te extraño

-Ay que linda yo también - Finjí completamente mi respuesta.

--Tengo un regalo para ti

-Y qué es?

--Ven y te lo doy





Honestamente no me llamó la atención, ya era un poco tarde, así que le dije,

-En un momento voy, pero ponte vestido- Se veía muy bien en él, así que se lo pedí para por lo menos si me la iba a chupar viera algo más de su cuerpo.

-No tardes - Dijo la perra, y envió una foto con un mini vestido negro.


Llegando a su casa me recibió, con un beso de lengua, como siempre, era demasiado caliente, ya era tarde así que tratamos de no hacer ruido, me dijo ven, y me llevó al estudio,


Sin más, se puso en cuclillas con las piernas abiertas, con su vestido podía ver su vagina con pelo rasurado no hasta la base, tenía corto el bello púbico, fue un silencio completo, con la luz prendida, saco mi verga y empezó a mamarla, embestía su cabeza y sacaba la lengua para lamerme los testículos, yo la tomé de ...

... la cola de caballo que tenía y la apreté contra mi miembro, no le cabía en la boca, pero por 3 segundos lo tuvo en la garganta, empezó a gemir, trataba de decirle que no, por el ruido pero siguió mamandola.


-PAMELA! - Se escucho un grito en las escaleras desde arriba, su mamá le gritaba.


---Está todo bien!

-Si mamá, todo bien estoy trabajando - Gritó pamela, sacándose la verga de la boca un momento para poder tomar aire, y no paró de mamarla,


-Ven para acá, la levanté del cuello y la puse de perrito en el sillón, viendo hacia el respaldo, mi verga escurria de su saliba, con las piernas abiertas su vestido se subia, y su panocha mojada y su ano semi abierto estaban ahí a toda vista, no pedí permiso, estaba sin condón y no me dio tiempo de nada, a ella tampoco, puse mi pene en su vagina y lo metí al fondo, Sentí la presión de su vagina al rededor de mi verga, un calor intenso y una humedad deliciosa, Pamela empezó a morder el respaldo, gimiendo más fuerte,


--Ay que rica verga - Dijo en voz normal sin susurrar. la perra estaba tan exitada que hacia todo tipo de ruido.


La tomé de la cintura y empecé a embestirla duro, chocaban sus nalgas conmigo y se escuchaba la piel crujir, ella empezó a moverse arriba y abajo, con una mano le agarraba la cintura y con la otra la jalaba de la cola de caballo.


Ella tenia una mano aferrada al asiento del sofá, y la otra golpeando y masturbando su clitoris


Sin más espezó a dar palmadas en su vagina y a pujar, ...