1. Y buen día, me volvieron a coger


    Fecha: 25/10/2019, Categorías: Gays Tus Relatos Autor: Loquieroadentro, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    Ésta historia transcurre día años después de la anterior.
    
    Fue durante una escapada que se dio mi pareja de turno a Bariloche, que volví a repetir y como la experiencia me había parecido lo suficientemente satisfactoria, contacté al mismo macho.
    
    Le escribí por una página de contactos, a pesar de que no me había vuelto a animar, cada tanto me mandaba un mensaje preguntando cuando le iba a dejar cogerme otra vez. No hizo falta sino ponernos de acuerdo y fue así como el día en el que coincidimos, pasó a buscarme por la misma esquina. Volvía a oler delicioso su perfume, charlamos un poco, acarició mis piernas como yo acaricie las suyas.
    
    Cuando llegamos, a la habitación, fuí al baño a chequear que todo estuviese limpio en mi colita, me desvestí, al volver a la habitación ya se había quitado el pantalón, como lo que me gusta es sentirme puta, me arrodillé y empecé a darle besos a su verga ya erecta cubierta con el bóxer. ¡Cómo me calentó saber que estaba así por y para mí... Retiré su bóxer mientras le daba besos, lamidas y chupadas a lo que iba quedando expuesto. Con esa segunda vez, me di cuenta definitivamente de que me gustaba chupar y mucho, llenar de besos una verga y arrancarle gemidos a su dueño, es sumamente satisfactorio.
    
    Me acostó boca abajo, me llenó de besos la espalda, fue bajando inexorablemente hacia mi cola... Ni bien llegar me la bañó de besos, me lamió toscamente el agujerito, recordé cómo me lo chupaba una ex, cosa que hacía con mas delicadeza, pero ...
    ... éste macho lo que quería era cogerme y me fue preparando. Cuando consideró que estaba listo para él, tiró de mi hasta hacerme levantar el culo, apoyando las rodillas y dejando el pecho en la cama. Inmediatamente fui sintiendo como volvía a reclamar lo que ya había hecho suyo.
    
    La penetracion total fue mucho más rápida que la vez anterior, menos entradas y salidas de ese piston de carne las que hicieron falta para tenerlo todo adentro. Me encantaba las lindezas que me decía, que la aguantaba mejor que una mina, que estaba apretadito, que ya lo extrañaba, que sintiera cómo me hacía suyo otra vez. En esa segunda oportunidad, ya con el velo caído de lo que podría llegar a ser, me animé a ser más partícipe de aquella cogida, así que empecé a echar el cuerpo hacia atras tratando de seguir su ritmo. Me dió unas cuantas embestidas en esa posición, luego giramos y empecé a saltar sobre su verga. Me enloquecía estar siendo cogido otra vez, puse todo mi empeño en moverme deliciosamente.
    
    Me puso en 4 y siguió dandome, me excitaba escuchar como bufaba, como chocaba su pelvis con la mía, sus bolas con mi culo. Me volvió a poner boca arriba, mis tobillos en sus hombros y la mando bien al fondo. Es una delicia que te cojan con tanto ímpetu, una delicia. Veía su cara mientras me seguía cogiendo, siempre y cuando no me hiciese poner los ojos en blanco.
    
    ¡Sí señor! ¡Que buena cogida que me pegó! No sé después de cuánto tiempo, cuántas entradas, cuántas salidas... Pero terminó dentro del ...
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